A preguntas del diputado de Ciudadanos Nicanor García sobre la eficacia del plan, aprobado inicialmente en mayo del año pasado (aunque se acordaron medidas inmediatas ya en enero), la Consejería de Medio Ambiente se refiere a los datos positivos de los informes: «Desde el inicio del desarrollo de las medidas, los valores medios registrados han disminuido progresivamente, alcanzando un mínimo en julio coincidiendo con la época estival, de mejor difusión de contaminantes. Se ha alcanzado el objetivo propuesto, una cifra, 5 microgramos por metro cúbico».
En efecto, la media del año 2017 se quedó solo un poco por encima del límite legal, en 5,05 unidades, y en los cuatro primeros meses de este año el valor es de 2,24. Atrás quedan los grandes máximos de diciembre de 2016 y enero de 2017, con 14,9 y 16,9 microgramos por metro cúbico, respectivamente.
El Principado y las empresas habían acordado invertir cinco millones de euros (de los que casi 4,6 corresponden a Química del Nalón) en un total de veintiséis medidas para luchar contra el benceno, de las cuales se han implantado veinte; es decir, el 77% del total. Todas las actuaciones, exceptuando las permanentes, deberán estar terminadas el 1 de diciembre de 2018. Básicamente, se trata de que las empresas impidan que las manipulaciones químicas contaminen.
La parte que más ha hecho los deberes es Industrias Doy. De las cinco medidas que debía implantar para reducir sus emisiones de benceno a la atmósfera, señala el Principado, solamente le queda por sustituir los soplantes de emergencia, «a la espera del otorgamiento de la licencia municipal». En cuanto a Química del Nalón, le resta implantar sistemas de medición en continuo para focos de oxidación.
El propio Principado es quien tiene más deberes sin hacer. Aún debe instalar cámaras de videovigilancia para controlar los escapes de benceno y adjudicar las subvenciones para comunidades o vecinos de la zona que quieran cambiar sus viejas calefacciones de carbón por otras menos contaminantes, aunque ya se han redactado las bases para ello.
Satisfacción vecinal
«Se va notando que las estadísticas de medición han bajado. Las actuaciones han surtido efecto y nos congratula mucho», concede el presidente de la Asociación de Vecinos de Trubia, Francisco Grimaldos. Ahora «sigue habiendo picos de contaminación, pero no de la gravedad del 2016». Lamenta, eso sí, que «han pasado muchos años» sin actuaciones. Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecoloxista, concede que «las medidas están siendo eficaces», si bien señala que «la lluvia ha bajado mucho la contaminación».
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