El viceconsejero habló de que «o es una irresponsabilidad, o están mintiendo y generando confusión de forma intencionada». Y ello se debe a que los ecologistas pretenden enviar a Bruselas los datos que dan las estaciones de control ubicadas en instalaciones industriales de la región, en contraposición con los de las instaladas en las ciudades.
Fernández Fano señaló que «dicen que los datos que envió el ministerio a Bruselas son falsos y no es así. Se enviaron los datos normalizados». El caso es que la directiva comunitaria 2008/50 dice dónde deben estar las estaciones que miden el aire que respira la población «y las de las industrias no las pueden medir». La explicación es que para conceder una autorización integral a una industria «el Principado le obliga a tener una estación de control. Tiene analizadores similares a los del Principado, pero están colocadas en sitios estratégicos para medir el efecto contaminante de las industrias y evaluar que sus emisiones no superen lo autorizado por la autorización».
También enfada al viceconsejero que los datos aportados a las autoridades comunitarias «son validados por funcionarios, por lo que estas acusaciones afectan a la credibilidad de la administración y de las personas que trabajan aquí».
En marzo se espera la visita de miembros de la Comisión Europea para evaluar la situación de Avilés.
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