Categories: Noticias Ambientales
      Date: ene 29, 2018
     Title: Cataluña: Reclaman que se evalúe la contaminación por dioxinas en el entorno de la incineradora de Sant Adrià de Besòs

El riesgo de cáncer por exposición a dioxinas en el entorno de la incineradora de Sant Adrià es 2,3 veces superior a lo admisible, según estudio de la URV.



“Se tiene que investigar en profundidad si el sistema de control y mantenimiento de la planta incineradora de residuos de Sant Adrià de Besòs funciona de manera adecuada”, clama Begoña López, portavoz de la plataforma AireNet. El malestar de los vecinos se ha convertido en alarma tras conocerse una investigación que ha desvelado la contaminación por dioxinas, sustancias catalogadas como cancerígenas, en el entorno de esta incineradora de residuos urbanos de Sant Adrià. El estudio ha sido elaborado por un equipo dirigido por el profesor José Luis Domingo, del Laboratorio de Toxicología de la Universidad Rovira i Virgili (URV), y fue publicado en la revista Science of the Total En­vironment.

Tras conocer este informe, los vecinos han emprendido una intensa movilización, han agrupado a 18 entidades en la plataforma y han desplegado numerosas acciones para difundir sus quejas y presentar sus demandas a las administraciones.

La conclusión del estudio es que –en los últimos tres años– el nivel de dioxinas presentes en el suelo del entorno de Sant Adrià se ha reducido, pero han aumentado las concentraciones en el aire los últimos años. Los habitantes de la zona “sufren un alto riesgo de contraer cáncer”: una probabilidad 2,3 veces superior al umbral de exposición que se considera admisible. El profesor Domingo controla desde hace años estas sustancias en los entornos de las otras incineradoras (Girona, Mataró, Constantí y Tarragona) y resalta que las concentraciones en Sant Adrià son entre 3 y 5 veces superiores a las de las áreas próximas a otras plantas.

La investigación no concreta el foco de las dioxinas, aunque las miradas están puestas en la incineradora de residuos gestionada por Tersa y tutelada por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). “Lo más preocupante es que un toxicólogo reconocido resalta que la polución del aire empeora”, destaca Silvina Frucella, portavoz de AireNet, que pide una auditoría independiente.

La AMB dice que la incineradora funciona bien y AireNet pide controles exhaustivos

Los responsables de la AMB y de la dirección general de Qualitat Ambiental de la Generalitat sostienen que la incineradora opera correctamente, según el seguimiento que se viene haciendo. Alegan que no se hacen estudios sobre la contaminación por dioxinas en el aire del entorno (inmisión) porque no es necesario legalmente y porque, además, un análisis de sus resultados no permitiría apuntar el origen, ya que las conclusiones podrían verse desvirtuadas por otras posibles causas, como el tráfico. Sólo son obligatorios los controles de dioxinas sobre las emisiones en los focos (chimeneas) y no han rebasado los niveles legales exigidos, dicen.

Las operaciones en la incineradora están reguladas por una normativa que exige que la basura sea quemada a más de 850 grados, temperatura medida a través de una sonda colocada en el horno. Los controles de dioxinas se hacen con una frecuencia de una vez cada tres meses (los efectúan operarios de una entidad colaboradora acreditada) y se toman también muestras para reconstruir su evolución en continuo.

En el 2016 se hizo un estudio sobre el comportamiento teórico de los contaminantes, “pero no se apreció un impacto de las emisiones sobre el entorno”, dice Joan Miquel Trullols, director de servicios de prevención y gestión de residuos de la AMB.

Los responsables de la instalación sostienen que en los controles sobre la incineradora nunca se han superado los valores establecidos (“están diez veces por debajo”). No obstante, el pleno del consejo de la AMB –a instancias del PP– ha decidido encargar un informe para conocer los orígenes “de los altos niveles de contaminación y de dioxinas” en los barrios del Fòrum, Parc Fluvial y desembocadura del Besòs. Al principio, desde sectores de la AMB, se tendió a desacreditar el informe de José Luis Domingo, reconocido toxicólogo. Hoy la estrategia ya ha sido rectificada.

Demandas concretas

La plataforma AireNet sostiene la periodicidad de los controles de dioxinas de la incineradora (uno cada tres meses) no son suficientes ni sirven para cotejar el funcionamiento real en el día a día. Quieren que la auditoría aclare si Tersa –sus gestores– quema siempre la basura a 850º C (al menos) como exige la normativa o si lo hace por debajo de ese umbral, en cuyo caso, no se eliminarían las peligrosas dioxinas. Desean saber si en el vaciado de cenizas tóxicas se evita la dispersión de materiales peligrosos, si ha habido incidentes, si estos han comportado fugas y cuál es la capacitación sobre prácticas medioambientales de los empleados de Tersa los últimos años. No se cuestiona el control de los contaminantes que no son dioxinas.

Leer noticia en fuente original: http://www.lavanguardia.com/natural/20180129/44381853679/airenet-clamor-dioxinas.html