Categories: Noticias Ambientales
      Date: ene 15, 2018
     Title: Madrid: El actual Ayuntamiento defiende ante la UE la reestructuración de la red de calidad del aire realizada por Ana Botella

En noviembre de 2017, 10 meses después de que Bruselas advirtiese a Madrid y Barcelona, entre otras ciudades europeas, por el incumplimiento reiterado de los valores límite de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire, se reunieron para tratar el tema representantes de la Comisión Europea y del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC).

En esta reunión, la Comisión pidió explicaciones «sobre la interrupción de la notificación de datos en varias estaciones de medición en el área metropolitana de Madrid, en los años 2008 y 2009», cuando gobernaba la ciudad el popular Alberto Ruiz-Gallardón y la delegada de Medio Ambiente era Ana Botella. Así consta en la respuesta que el Ayuntamiento ha dado a este diario a través de una petición de acceso a la información pública.



El equipo liderado por Manuela Carmena trasladó el pasado 9 de enero la respuesta al Ministerio, para su posterior transmisión a la Comisión. En el texto emitido, al que ha tenido acceso este diario, se explica que tal interrupción de datos no tuvo lugar: "Más bien lo contrario, puesto que en el año 2008 con respecto al 2007 se incrementó el número de estaciones" al incorporarse la estación de Escuelas Aguirre, una de las que peores datos registra a día de hoy.

También especifica el documento que sí hubo una incidencia en el año 2009, cuando se dio de baja la estación de Plaza de Castilla. Sin embargo, explican, la estación fue retirada "por las obras llevadas a cabo para la instalación del intercambiador de transportes". Al término de las obras, la estación fue de nuevo instalada pero en una ubicación "ligeramente distinta, por lo que se le asignó una nueva codificación".

Además, aunque desde el ayuntamiento insisten en que la Comisión no preguntó por ello, la respuesta incluye información sobre el polémico cambio de ubicación de las estaciones de medición en 2009, cuando Ana Botella era concejal de Medio Ambiente. Nueve de las once estaciones que se trasladaron superaban los valores anuales permitidos por la normativa. La ubicación de las estaciones es decisiva. En los años siguientes, y aunque las superaciones se han seguido produciendo, los datos han sido más favorables. La medida fue criticada por el entonces fiscal delegado de Medio Ambiente en Madrid, Antonio Vercher, hoy Fiscal de Sala Coordinador de la misma materia.

Frente a las acusaciones a la intención del anterior gobierno de pretender maquillar los datos de contaminación, el Gobierno de Carmena responde a Europa que dichos cambios tuvieron lugar para cumplir con los nuevos criterios sobre la implantación de los puntos de muestreo que exigía la aprobación de la Directiva Comunitaria 2008/50 sobre calidad del aire. Esta versión coincide con la que en su momento ya daba el Ayuntamiento para responder.

La respuesta a la Comisión insiste en que la reestructuración optimizó el número de puntos de medida y cubrió nuevos desarrollos urbanísticos que antes no disponían de estaciones de medición. Desde sectores ecologistas se entendía que la red pudo haber sido ampliada manteniendo las estaciones 'problemáticas', situadas hacia el centro.

El Ayuntamiento aporta también un cuadro que muestra que el número de puntos de muestreo de la reestructurada red supera con creces el mínimo exigido por la Comisión, y que desde ese año el Ayuntamiento informa a Europa de todos los contaminantes atmosféricos que se miden.

2017: Más contaminación

El año que dejamos comenzó con la activación del escenario 2 del protocolo por alta contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2). El día 1 de enero de 2017 no se podía aparcar en la zona de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) ni ir a más de 70 km/h en la M-30 y las vías de acceso a la ciudad en el interior de la M-40. Continuaba la resaca de polución que tres días antes había provocado la aplicación por primera vez del escenario 3, que solo permite la circulación de la mitad de las matrículas en función de su terminación par o impar. En 2017, a pesar de que se registraron más superaciones de los niveles permitidos que en el año anterior, no se llegó a activar ese escenario ningún día.

Un año más, el municipio de Madrid vuelve a incumplir la normativa sobre calidad del aire. Los esfuerzos del Ayuntamiento de Manuela Carmena por reducir los niveles de Dióxido de Nitrógeno (NO2) con la aplicación de su protocolo, vigente desde febrero de 2016, no han servido para reducir los niveles de este contaminante. Europa ya advirtió a España a principios de año de que el incumplimiento constante de los límites de contaminación que tiene lugar en Madrid supone un riesgo grave para la salud.

Según el análisis realizado por El Mundo DATA, el límite horario de NO2 se superó 326 veces en 2017, muy por encima del máximo permitido: 18 horas al año. En 2016 fueron 222 horas, 104 menos. Los vecinos que viven cerca de la plaza de Fernandez Ladreda (Plaza Elíptica), entre los barrios de Carabanchel y Usera, son los que respiran el aire más sucio, según las mediciones de los últimos siete años. En 2017 fueron 88 las horas que allí se superó el límite establecido. Sin embargo, el récord del peor dato registrado se lo lleva la estación de Escuelas Aguirre (situada en la Casa Árabe, donde confluyen las calles Alcalá y O'Donnell), que alcanzó a las 21 horas del 26 de octubre los 349 ug/m3.

La portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ana Casals, explica que las condiciones de 2017 han sido especialmente adversas para la contaminación. "Hemos tenido muchos días de anticiclón precisamente en los meses de otoño", afirma. En 2016 la situación no fue tan exagerada, de hecho, las precipitaciones de este año superaron la media mientras que 2017 ha sido el segundo año más seco de la serie desde 1965.

Estas condiciones influyen directamente sobre la contaminación atmosférica: "No se mueve el aire porque la masa de aire que está por encima es cálida", explica. Esta situación no permite al aire más superficial y contaminado ascender y que exista cierta ventilación.

¿Por qué es tan difícil aplicar el escenario 3?

La principal causa de estos episodios de alta contaminación es el tráfico rodado. Las medidas disuasorias previstas en los escenarios 1 y 2 no han demostrado reducir de forma considerable el trasiego de vehículos. De hecho, según datos del Ayuntamiento, las disminuciones del tráfico en la almendra central, donde tiene lugar 1 de cada 2 superaciones, rondaría el 5%. El escenario 3, que hasta hoy solo se aplicó el 29 de diciembre de 2016, reduciría el tráfico a la mitad.

No obstante, En 2017 hubo un día en el que este escenario pudo haberse aplicado pero finalmente no se hizo: el 27 de octubre. En este caso, se acumulaban dos días consecutivos de superación de nivel de aviso. Sin embargo, el protocolo establece que si la previsión de la AEMET para ese día es favorable, entonces puede no aplicarse la medida más restrictiva. Para ese día se anunciaba sol y poco viento. Desde el Ayuntamiento muestran los informes de la agencia, que por aquellos días apuntaban que la ventilación era "favorable". De hecho, el día 27, aunque se mantuvo el escenario 2, no se dieron superaciones de los niveles de preaviso ni de aviso.

Existe además otra vía para la excepción de la aplicación: "Si por circunstancias excepcionales debidamente justificadas la aplicación de las medidas pudiera producir efectos contrarios a los objetivos perseguidos por el presente Protocolo, por cuestiones tales como congestión del tráfico por operaciones especiales de entrada o salida por período vacacional o de días festivos o fin de semana, o bien por razones de seguridad y orden público, el Delegado de Medio Ambiente y Movilidad podrá suspender temporalmente o posponer la aplicación de alguna o varias de las medidas, hasta que cesen dichas circunstancias excepcionales". El Ayuntamiento ha indicado que "esa circunstancia no se ha aplicado en ninguna ocasión en 2017".

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