Categories: Noticias Ambientales
      Date: dic 29, 2017
     Title: Madrid incumplirá en 2017 los límites de contaminación del aire por séptimo año consecutivo

La calidad del aire ha empeorado en la ciudad de Madrid este año al aumentar los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), por lo que se ha incumplido por séptimo año consecutivo la normativa europea sobre los límites de este contaminante y puede acarrear una multa de Bruselas.



La ausencia de precipitaciones y de vientos que limpien la atmósfera de la ciudad, las altas temperaturas, junto con el tráfico de vehículos, en especial los de motor diésel, y las calefacciones han propiciado que aumente la polución.

Sin embargo, las concentraciones de los otros dos contaminantes más problemáticos, el ozono (O3) troposférico -un gas que puede causar efectos sobre la salud humana y la vegetación por su poder oxidante- y las partículas en suspensión, han disminuido en la capital respecto al año anterior.

A punto de acabar el año, la media anual de NO2 en la capital ha sido de 41 microgramos por metro cúbico, superior a la de 2016 (38 microgramos) e igual a la de 2015, según los datos facilitados a Efe por Ecologistas en Acción.

De las 24 estaciones de la red de vigilancia de la calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid, 15 han rebasado el valor límite anual, establecido en 40 microgramos de media, frente a las nueve del año pasado o las 13 de 2015.

Con solo una estación que sobrepase ese límite ya se incumple la normativa europea, según los ecologistas, y Madrid la lleva rebasando desde 2010, el primer año en el que pasó de ser una recomendación a una obligación.

El protocolo de medidas a adoptar durante episodios de alta contaminación por N02 del Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid), más duro que el anterior del PP, se ha aplicado este año en siete ocasiones durante un total de 28 días, aunque en ninguna de ellas se ha llegado a limitar la circulación a la mitad de los vehículos como ocurrió, tan solo una vez, a finales de 2016.

En la segunda quincena de noviembre se registró el episodio más largo hasta la fecha, que mantuvo el protocolo activado durante nueve días, entre el 16 y el 24 de ese mes.

Las restricciones al tráfico establecidas en el protocolo solo han conseguido una reducción del tráfico que no supera el 5 por ciento durante los días que se ha aplicado.

El Ayuntamiento de la capital acaba de anunciar que empezará a aplicar en 2018 limitaciones permanentes al tráfico para intentar cumplir con Bruselas.

Por su parte, el protocolo de actuación de la Comunidad de Madrid, gobernada por Cristina Cifuentes (PP), ante episodios de alta contaminación por dióxido de carbono entró en vigor el 24 de noviembre.

Las actuaciones previstas incorporan de forma activa a los 15 grandes municipios de más de 75.000 habitantes, que están obligados a elaborar en "un año" sus propios protocolos y que podrán ser más restrictivos que el de la Comunidad, pero nunca menos.

El protocolo regional fija medidas restrictivas de velocidad o circulación de tráfico cuando se superen los 200 microgramos de este contaminante.

A diferencia del Ayuntamiento de Madrid, que establece ya limitaciones de velocidad y aparcamiento cuando se alcanzan los 180 microgramos de NO2, el Ejecutivo autonómico se ha decantado por medidas meramente informativas.

El texto del Gobierno madrileño también se diferencia del municipal al utilizar un criterio de restricción de circulación de vehículos en función de si éstos son más contaminantes o menos, mientras que el Ayuntamiento emplea el sistema de la circulación alterna, en función de las matrículas pares o impares.

«Al protocolo de contaminación le falta valentía política para ser efectivo»

El Ayuntamiento, a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Inés Sabanés, espera tener listo el borrador del nuevo protocolo contra la contaminación a principios de año. En el primer trimestre de 2018 pretende aplicar un nuevo plan que endurezca las restricciones ante episodios de alta polución. Tras la última aplicación del escenario 2 (límitación a 70 km/h en toda la M-30 y accesos) y el escenario 3 (prohibición de aparcar en toda la almendra central) en noviembre sólo se redujo el tráfico entre un 3 y un 5% en la capital, como detalló la delegada. Suponían, dijo en su momento, mayor efectividad.

Ajuicio de los expertos en medio ambiente, el actual protocolo se queda corto. «En la última década se han reducido las partículas en suspensión un 50% y un 38% el óxido de nitrógeno. Pero se está estancando porque hacen falta medidas estructurales. Ha faltado valentía política para ser efectivo, no solo en Madrid, sino en otras ciudades», expone Xavier Querol, experto en contaminación atmosférica y profesor de investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Para Querol, las actuaciones que contempla el plan no son suficientes porque no «aportan una reducción del número de vehículos de forma significativa». «La zona SER es la medida más potente, pero tendría que abarcar una zona más grande», opina, en la línea de los planes que pretende acometer Ahora Madrid si se perpetúa en el Gobierno. El profesor del CSIC habla sobre cuatro pilares para batallar contra la contaminación. El primero, tener un transporte público «rápido, ecológico, confortable y económico». Después habría que reducir el número de coches vetando su entrada con medidas disuasorias y prohibir el acceso a Madrid a aquellos vehículos sin distintivo ambiental de la DGT.

No pasa por alto Querol los taxis y los vehículos de mercancías: «Si electrificamos o hibridizamos una furgoneta, que recorre entre 12 y14 horas por Madrid, el efecto sería como electrificar 14 vehículos privados. Hay que potenciar la electrificación, pero sobre todo la distribución urbana de mercancías y taxis». El último bastión serían los carriles bici: «Si hacemos carriles bici y peatonalizaciones sin haber reducido previamente la polución, te juegas la vida con la bici», señala.

La misma opinión mantiene Diego Ruiz, doctor en Ciencias Ambientales e investigador de la Universidad Complutense, sobre este extremo. «El Ayuntamiento está derivando a mucha gente a ir en bici, y con estos niveles de contaminación es contraproducente». «En episodios de inversión térmica hay mucho ozono troposférico y óxidos de nitrógeno que son súper abrasivos para el sistema respiratorio. Sobre todo en días de sol. Deberían anunciar que no se puede hacer deporte y, si se hace, hacerlo con mascarilla», aconseja.

Ruiz apuesta por renovar todo el parque de vehículos y no conceder más licencias a VTC si no son eléctricos, así como no permitir a los taxis circular vacíos. El experto de la Complutense recalca la importancia de la concienciación ciudadana.

«Dentro de 30 o 40 años no podremos comer el pescado del mar. Todo esto se deposita en verduras y en los peces. Un pez, cuanto más viejo es, más metales acumula, y más aún si es carnívoro. Las depuradoras de Madrid depuran metales pesados que después van al Jarama», advierte.

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