Este escenario implica el aviso a la población, que tendrá limitada la quema de rastrojos y no debería hacer ejercicio al aire libre en las próximas horas.
A la quema de la paja del arroz se ha sumado el anticiclón que asola la Península y una serie de obras en el centro de la ciudad, que han agravado el estado de la polución en la capital de la comunidad.
Según apuntaba el Ayuntamiento a través de un comunicado, los niveles de partículas en suspensión en la ciudad más elevados de lo habitual, pero no sobrepasan ningún límite legal.
Según recoge 'Levante EMV', la concejal de Compromís María Pilar Soriano ha afirmado que "el Ayuntamiento de València es una institución responsable que, sin dejarse llevar por alarmismos ni presiones, activa las medidas necesarias cuando así lo marca el protocolo y las condiciones de polución que recogen las diferentes estaciones de medición repartidas por la ciudad".
Mientras, Ecologistes en Acció llama a la restricción del tráfico en la capital valenciana. Por el momento, no se adoptarán estas medidas.
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