Categories: Noticias Ambientales
      Date: nov 18, 2017
     Title: COP23: La Cumbre de Bonn se cierra con signos de debilitamiento de la lucha contra el cambio climático

Los países convocados en Bonn (Alemania) han dejado pendientes los temas de transparencia y contabilidad de las emisiones para la próxima cumbre de 2018. Los países en desarrollo han presionado a los más ricos para que les aseguren la financiación en materia climática. Según el World Resources Institute (WRI), esta cumbre ha servido para demostrar que el gobierno de Trump “vive en un universo paralelo con su obsesión trasnochada por promover los combustibles fósiles”.



La Cumbre del Clima de Bonn (COP23) ha concluido la madrugada de este viernes con la aprobación de los reglamentos de desarrollo del Acuerdo de París contra el cambio climático, con el que cerca de 200 países han reafirmado sus compromisos.

A pesar de la salida de Estados Unidos, los negociadores han esbozado los reglamentos del acuerdo, dejando los temas más polémicos sobre transparencia o contabilidad de las emisiones de cada país para la próxima cumbre de la ciudad polaca de Katowice, en diciembre de 2018.

Concretamente, la primera cuestión se ha centrado en los intentos de los países en desarrollo de asegurar que los más ricos pongan sobre la mesa los 100.000 millones de dólares anuales para la financiación climática a partir de 2020. De esta forma, los países con menos recursos podrían poner en marcha estrategias para el recorte de emisiones de gases de efecto invernadero, y de adaptación a los efectos negativos del calentamiento.

Desde un principio, se creyó que la cita en Bonn podría cerrarse por primera vez este viernes, según el programa previsto. Sin embargo, las discrepancias y desacuerdos en torno a la financiación han paralizado las negociaciones y han mantenido abierta la cumbre durante buena parte de la noche.

En ese sentido, la cuestión de financiación, concretamente, ha retrasado hasta las 5.00 horas de la madrugada (4.00 GMT) la adopción de un acuerdo por el que los países en desarrollo exigen a los ricos que reporten con dos años de antelación cuánto dinero van a aportar y qué plazos, con el objetivo de que puedan saber con qué fondos cuentan.

Fuentes de la delegación europea han asegurado que con los márgenes presupuestarios que manejan los países no es factible decir, aquí y ahora, cuánto dinero van a aportar en un horizonte de diez años.

La salida de Estados Unidos

Aunque la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París no se materializará hasta 2020, su anuncio y el hecho de ser uno de los grandes donantes, ha creado un clima de desconfianza general en los países en desarrollo que, de manera casi unánime, han presionado al resto de países ricos que permanecen comprometidos para que les aseguren la financiación.

Según los científicos, que aportarán un informe previo a ese diálogo sobre los impactos de 1,5 grados de aumento de temperatura, los objetivos de reducción de emisiones actuales de los países no van por buen camino para ese objetivo, sino que conducen a entre 3 y 4 grados más a finales de siglo.

En ese sentido, la COP23 ha servido, según Paula Caballero, portavoz de cambio climático del World Resources Institute (WRI), para demostrar que la Administración Trump “vive en un universo paralelo con su obsesión trasnochada por promover los combustibles fósiles”.

De esta forma y con la Adhesión de Siria al Acuerdo de París durante la COP23, Estados Unidos queda “aislado” como único país fuera del pacto, aunque su sociedad haya demostrado que “sigue dentro”, atendiendo al nombre del inmenso pabellón alternativo que han tenido en el encuentro, y por el que han pasado incontables gobernadores, alcaldes, empresarios, científicos y activistas estadounidenses.

Plan de Acción de Género

Entre otros planes, la COP23 ha cerrado con un Plan de Acción de Género en materia climática, y con una plataforma que permitirá a las comunidades indígenas tener voz en las negociaciones, además de llevar a cabo innumerables compromisos de la sociedad civil.

“Todos estamos en la misma canoa. Los impactos pueden variar, pero ningún país podrá escapar del daño del cambio climático”, ha sostenido el primer ministro de Fiyi, quien además señala que esa “canoa” queda en manos de Polonia, ¡que debe conducirla con mucha diplomacia para alcanzar el éxito en su próximo destino: la cumbre del clima Katowice (COP24), en diciembre de 2018.

Escasa ambición

La cumbre de Bonn ha concluido con signos de debilitamiento del impulso y el liderazgo político para aplicar el Acuerdo de París (2015) contra el cambio climático. Y no sólo por el anuncio de EE.UU. de abandonar este pacto (que hará efectivo en 2020). La conferencia estuvo precedida por informes sobre el aumento de emisiones de CO2 tras tres años de estancamiento mundial, pero las alertas han tenido un escaso efecto. Los informes de los científicos han hecho sonar las campanas porque se está ampliando la brecha entre las concentraciones de CO2 en la atmósfera y las reducciones necesarias para evitar los estragos climáticos; pero en Bonn, las negociaciones han seguido el guion rutinario previsto. Se ha avanzado en la definición de las reglas de funcionamiento del Acuerdo de París, pero éstas no estarán listas hasta el año próximo. Las grandes decisiones se postergan para el 2018 (la cita en Katowice, Polonia)

La cumbre ha estado marcada por los desacuerdos entre los países más ricos y los menos desarrollados en materia de financiación, ya que estos últimos consideran insuficientes los compromisos de financiación para el cambio de modelo energético. Este asunto será un gran incógnita para el futuro; una gran losa para años venideros. ¿Quién aportará los fondos con que contribuía EE.UU. y que se perderán tras su marcha?

Todo queda pendiente del Diálogo de Talanoa que debe desarrollarse en 2018 en Katowice , y que debe servir para que los países evalúen sus avances en materia de reducción de emisiones, fijen las mejores soluciones para elevar su ambición climática y -tras esa valoración- presenten en el 2020 sus nuevas promesas o contribuciones en el marco del Acuerdo de París (ahora ya con carácter obligatorio para todos).

Un asunto relevante de la cumbre ha sido el paso adelante dado por Merkel y Macron para que, en ausencia de Estados Unidos, la UE recupere el liderazgo global en esta lucha. La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo de París, no ha supuesto un freno para el avance de las negociaciones. La sociedad civil y muchas ciudades y estados de EE.UU. han asumido continuar la lucha contra el cambio climático.

“En Bonn se ha continuado trabajando para construir el Acuerdo de Paris y no habido retroceso en ninguno de los temas tratados”, valora el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente español.

Avances en la definición de las reglas

La cumbre del clima (COP23) concluyó de madrugada con la aprobación de un documento en el que empiezan a concretarse las reglas del Acuerdo de París contra el cambio climático: el intento de homogeneizar la presentación de las contribuciones o planes de acción climática de cada país y el modo de revisarlos y verificarlos de modo transparente.

El primer ministro de Fiji, Frank Bainimarama, presidente de la COP23, consideró que el texto aprobado es "un paso adelante para avanzar en la puesta en marcha del pacto alcanzado en 2015, si bien hay que ir más rápido en su implementación". No obstante, el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, reconoció que tras la COP23 se abre un año intenso de reuniones para la diplomacia porque "queda mucho trabajo por delante para concluir el texto de las reglas en la fecha fijada", diciembre de 2018.

Para España, la COP23 demuestra que la comunidad internacional "sigue adelante"

La Cumbre del Clima COP23 ha sentado las bases para la aplicacióndel Acuerdo de París y ha logrado mantener el impulso político en la lucha contra el cambio climático, según estima el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

A juicio de España, en esta Cumbre --que ha finalizado después de dos semanas de trabajos-- se han cumplido los objetivos establecidos para llegar a la COP24 de Polonia con un Programa de Trabajo definido y acordado entre todos los países que permita implementar los compromisos de París.

Asimismo, el departamento que dirige Isabel García Tejerina añade que la de Bonn ha sido "una cumbre importante" para elaborar la letra pequeña del texto y poder así aplicar el Acuerdo de París y aunque reconocen que "no ha tenido la visibilidad de París, dado su carácter técnico", concluyen que su éxito "es que se ha demostrado que la comunidad internacional sigue adelante con la agenda climática" ya que en Bonn se ha continuado trabajando para construir el Acuerdo de Paris y no habido retroceso en ninguno de los temas tratados.

Según España, esta cumbre tenía tres objetivos que se han cumplido: avanzar en el Programa de Trabajo del Acuerdo de París que tiene que estar finalizado en 2018; aprobar el diseño y las modalidades del Diálogo Facilitador (Diálogo de Talanoa), que se celebrará el próximo año; e impulsar la agenda de vulnerabilidad de la Presidencia de Fiyi para las poblaciones y estados que más sufren los impactos del cambio climático.

Medio Ambiente también ha recordado la participación de España en las negociaciones, cuya delegación encabezó la ministra del ramo, Isabel García Tejerina, y la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez, quienes se reunieron con el presidente del IPCC, con la Presidencia de la COP23 o con la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), entre otros encuentros.

La ministra, además, presidió un nuevo encuentro de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático y participó en el tramo de alto nivel de la 'Iniciativa 4 por mil'.

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