Hacia las 12:00 GMT de este sábado, Nate cambió de categoría: dejó de ser tormenta tropical y se convirtió en un huracán de categoría 1.
El fenómeno se desplazaba a una velocidad de 136 kilómetros por hora con rumbo al nornoroeste.
De acuerdo al Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés), después de que cruce el golfo de México Nate dará un giro hacia el norte y avanzará hacia Estados Unidos.
Según las últimas proyecciones, el huracán Nate tocaría tierra en algún punto de los estados de Alabama, Misisipi o Luisiana en la tarde de este sábado. Todas estas zonas ya están bajo aviso, incluida la ciudad de Nueva Orleans.
En el área metropolitana de Nueva Orleans se declaró el estado de emergencia.
La ciudad mantiene vivo el recuerdo de los estragos que el huracán Katrina produjo en 2005, cuando provocó centenares de muertos.
La Guardia Costera de EE.UU. informó de que ya tiene efectivos preparados para hacer frente a cualquier contingencia.
El NHC, con sede en Miami, advirtió de que las se producirán precipitaciones de gran intensidad en una amplia área, incluso en lugares alejados del centro de Nate en la costa del océano Pacífico en Centroamérica. Se teme que provoquen inundaciones y deslizamientos de tierra.
Balance de daños
Nate, que en Centroamérica era considerado una tormenta tropical, dejó un reguero de daños por los países que ya pasó. En todos ellos, causó fuertes lluvias, deslaves e inundaciones que bloquearon carreteras, destruyeron puentes y dañaron casas.
En Nicaragua el gobierno confirmó este jueves la muerte de 11 personas e informó que el país está en alerta amarilla por lluvias que dejó la tormenta tropical.
Otras ocho muertes tuvieron lugar en Costa Ricay el presidente Luis Guillermo Solís declaró este jueves la emergencia nacional para agilizar la atención a los afectados.
Y es que, aunque Nate no impactó directamente a Costa Rica, dejó abundantes lluvias -el promedio de todo octubre en tan solo 24 horas-, corrimientos de tierras e inundaciones, y fue calificado por las autoridades como uno de los peores desastres naturales de la historia reciente del país.
Se estima que unas 400.000 personas no tienen servicio de agua corriente a causa de la tormenta en la nación centroamericana.
En Honduras las autoridades dieron a conocer el fallecimiento de tres personas y la desaparición de otras tres.
En El Salvador, un hombre murió en un deslave, según los servicios de emergencias.
Y en Panamá fue encontrado el cuerpo de una mujer, quien aparentemente falleció en un naufragio cerca de la bahía frente a la capital.
Trayectoria prevista
Aunque el ojo del ciclón ya dejó atrás Centroamérica y a México, los expertos calculan que las lluvias que deje Nate alcancen en los próximos días 381 milímetros en el sur de Honduras y el oeste de Nicaragua y hasta 203 al este de El Salvador y al norte al centro de Honduras.
Las compañías petroleras que operan en las aguas del Golfo de México anunciaron que iniciaron la evacuación del personal que trabaja en las plataformas marítimas.
Nate será el segundo huracán en solo dos meses en azotar esta zona de vital importancia energética. Se teme que su entrada en Luisiana se produzca por una zona donde se ubican varias refinerías.
Su ruta prevista pasaría por un corredor poblado por diversas estaciones de extracción de petróleo y gas natural en el mar. Se calcula que aquí se producen 1,6 millones de barriles de crudo diarios, alrededor de un 17% del total de la producción diaria de Estados Unidos de acuerdo a los datos del gobierno.
La producción petrolera, afectada
Según el Departamento de la Oficina de Interior de Seguridad y Control Ambiental de EE.UU., la producción habitual de las plantas energéticas de la zona del golfo había caído en un 14,6%. Respecto al gas natural, la caída se sitúa en un 6,4%.
Compañías como BP, Chevron, Royal Dutch Shell, Exxon Mobil, Statoil y Anadarko son algunas de las afectadas por la reducción de la actividad.
Las predicciones sobre el camino a seguir por Nate cambiaron en los últimos días y no se descarta que sigan haciéndolo. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos estimaba hasta este miércoles que tocaría tierra en las costas del estado de Florida.
Cuando los vientos en los sistemas de bajas presiones alcanzan una determinada velocidad se convierten en tormentas y es entonces cuando se les pone nombre. Con Nate, ya son 14 las tormentas generadas en la presente temporada de huracanes.
Y llegó apenas dos meses después de que el huracán Harvey golpeara la zona del Golfo de México y causara inundaciones catastróficas en el estado de Texas, especialmente en la ciudad de Houston.
El alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, informó de que, ante la inminente llegada de Nate, había decretado el estado de emergencia en la ciudad.
Aún no está totalmente confirmado que el nuevo huracán vaya a pasar directamente sobre la ciudad.
Los habitantes de Nueva Orleans conservan el fatal recuerdo del huracán Katrina, que en 2005 causó una catástrofe en la ciudad. Gran parte de ella quedó sumergida bajo las aguas a causa del desbordamiento de los diques que la protegen de las aguas del mar y se produjeron centenares de muertos.
Nueva Orleans tardó meses en recobrar la normalidad.
Leer noticia en fuente original: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-41520922