Categories: Noticias Ambientales
      Date: ago 30, 2017
     Title: EEUU: La EPA contradice a la OMM y niega que Harvey esté relacionado con el cambio climático

La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) ha rechazado este martes que el huracán 'Harvey' esté relacionado con el cambio climático y ha denunciado que relacionarlo el calentamiento global supone "politizar una tragedia".



Las declaraciones de la EPA han tenido lugar después de que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirmara que el volumen de lluvias descargadas por la tormenta tropical 'Harvey' a su paso por el sur de Estados Unidos estaría relacionado con el cambio climático.

"La EPA se está centrando en la seguridad de aquellos que se han visto afectados por el huracán en un intento por proveer la mejor respuesta posible en vez de politizar la tragedia", ha señalado la portavoz de la agencia, Liz Bowman.

"Ahora mismo la prioridad del Gobierno federal es la de trabajar de forma conjunta para apoyar a las autoridades estatales y locales de Texas y Louisiana para proteger a los que se encuentran en las áreas afectadas", ha indicado la Casa Blanca.

El 15 de agosto, varios días después de que comenzara la tormenta tropical, el magnate firmó una orden ejecutiva para revocar la medida del expresidente Barack Obama que requería la realización de un estudio sobre el impacto del nivel del mar antes de llevar a cabo proyectos inmobiliarios en zonas costeras.

Grupos de científicos han alertado de que las áreas costeras del país tendrán que enfrentarse a un aumento de las inundaciones debido al incremento de las temperaturas a nivel global.

"Existe la idea universal de que el calentamiento global aumentará el nivel de lluvias durante los huracanes debido a que existe una mayor humedad cuanto más calor adquiere el aire, lo que provocará unas mayores inundaciones", ha señalado Kerry Emanuel, profesor de ciencia atmosférica del Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Un efecto del cambio climático para todos, menos para Trump

Las inundaciones sin precedentes desencadenadas por el huracán Harvey en el sur de Estados Unidos subrayan la necesidad de que, incluso los países ricos, aceleren sus planes para contener desastres y mantener a las personas vulnerables a salvo de los golpes que vienen asociados al cambio climático, dicen los expertos.

Sin embargo, pocos esperan que la devastación provocada por Harvey fuerce al presidente de los EE.UU. Donald Trump a aumentar la financiación del gobierno para prevenir los desastres, reinstalar las regulaciones que limitarían las emisiones contaminantes, proteger las infraestructuras del país de las condiciones climáticas extremas ni mucho menos reconsiderar su decisión de abandonar el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

”Lo que el Huracán Harvey está demostrando a esos pocos escépticos del cambio climático es que esta es nuestra nueva realidad. Y sólo va a empeorar “, afirma Heather Coleman, directora asociada para el cambio climático y política energética de Oxfam America. “Como hemos visto en otros desastres aquí y en todo el mundo, son los más pobres quienes son los más vulnerables”.

Al menos 30 personas han muerto, mientras que decenas de miles están huyendo de sus hogares al tiempo que Harvey, que se llegó a Texas desde el Golfo de México durante el fin de semana, provocaba grandes inundaciones.

Trump llegó a Texas el martes para examinar el daño causado por Harvey, ahora una tormenta tropical de lento movimiento, y dijo que quería que el esfuerzo de ayuda fuera un ejemplo de cómo responder a una tormenta.

Policía, tropas de la Guardia Nacional, funcionarios de la ciudad y otros trabajadores de rescate están ayudando a la gente y trasladándola a refugios en Houston, la cuarta ciudad más poblada de los Estados Unidos, y el estado de emergencia ha sido declarado en Louisiana.

La tormenta más grande que ha golpeado Texas en 50 años, podría causar hasta 20.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas, haciéndola una de las tormentas más costosas en la historia de los EE.UU., según los analistas de Wall Street.

Expertos del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático y de la Organización Meteorológica Mundial han dicho que los fenómenos meteorológicos como Harvey probablemente empeoraran con el cambio climático.

”Gobiernos de los estados, gobernadores, alcaldes y científicos de todo el país están de acuerdo en que el cambio climático es real”, afirma Saleemul Huq, director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo en Dhaka. ”Harvey está descargando toneladas y toneladas de agua sobre sus cabezas como prueba de que esto es lo que probablemente ocurrirá con el cambio climático inducido por el hombre”.

Además de prometer retirar a Estados Unidos del acuerdo de París de 2015 para frenar el calentamiento global, Trump ha amenazado con recortar miles de millones de dólares de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).

Los puestos claves en las agencias meteorológicas de Estados Unidos permanecen vacantes, mientras que una parte de la regulación ambiental de la era de Obama ha sido desmantelada bajo el presidente republicano, que enfrenta el mayor desastre natural del país desde que asumió el cargo en enero.

A principios de este mes, Trump anuló las reglas para la revisión ambiental y las restricciones para proyectos de construcción financiados por el gobierno en áreas propensas a inundaciones, revocando una orden ejecutiva de su predecesor dirigida a reducir la exposición a inundaciones por el aumento del nivel del mar y otras consecuencias del cambio climático.

A pesar del alto costo del huracán Harvey, muchos expertos dudan de que Trump reconozca el vínculo científico entre el cambio climático y los desastres climáticos, o que refuerce la financiación y la reglamentación para limitar la devastación de futuras inundaciones y tormentas.

Harvey llega a Luisiana tras provocar el caos y 30 muertos en Texas

La tormenta Harvey, una de las más devastadoras de la historia de Estados Unidos, ha entrado en Luisiana tras sembrar el caos en el vecino Estado de Texas, donde ha provocado 30 muertos, la evacuación de más de 30.000 personas y unas inundaciones, especialmente en Houston, de las que tardará al menos un mes en recobrarse. Y lo peor no ha llegado aún a las tierras texanas: este miércoles y jueves se esperan los picos de las crecidas de los ríos. Las lluvias torrenciales y los vientos huracanados de Harvey, mientras tanto, han tomado el camino de Nueva Orleans, la ciudad que el Katrina asoló hace 12 años y donde provocó 1.800 muertes.

Cinco días después de golpear en la costa del golfo de Estados Unidos como un potentísimo huracán, Harvey ha vuelto a tierra para golpear Luisiana, un Estado que todavía lleva cicatrices profundas de huracán Katrina de 2005. Harvey hizo la tierra justo al oeste de la ciudad de Cameron, según el Centro Nacional de Huracanes. A su paso, además de destrozos y víctimas, ha dejado el toque de queda en Houston para evitar el pillaje y los saqueos.

Las previsiones meteorológicas indican que las precipitaciones pueden dejar entre 7 y 15 centímetros de lluvia en Luisiana, donde, no obstante, no se espera que permanezca en este territorio por mucho tiempo, según el Servicio Meteorológico Nacional de Lake Charles. El parte del tiempo apunta a que saldrá por el Noroeste en un día, ya como tormenta muy debilitada.

El cambio de Estado de la tormenta permitirá a Texas comenzar a restañar las heridas que la dureza de Harvey ha inferido. Semanas, incluso meses podría tardar el agua en salir de las casas más cercanas a los embalses de Houston y sus suburbios. Será una recuperación de largo aliento. Hasta el martes, 17.000 personas estaban durmiendo en más de 30 albergues dentro de la ciudad y sus suburbios.

El alcalde de la ciudad, Sylvester Turner, dijo que el Centro de Convenciones albergaba a 9.000 personas, cuando esperaban 5.000. La ciudad ha pedido recursos a la Agencia Federal de Emergencias (FEMA) para albergar a 10.000 más. La policía informó de que había realizado 3.500 rescates de personas atrapadas en sus casas.

En Houston y zonas aledañas la posibilidad de que los vecindarios reciban aún más agua desde los embalses ha desatado el pánico en los residentes. Addicks, una de las dos grandes presas de Houston, se desbordó el lunes por primera vez en su historia y comenzó a liberar agua. Los ingenieros del Ejército pronosticaron que ocurrirá lo mismo con la presa de Barker, localizada al oeste de Houston.

Jeff Lindner, director del Control de Inundaciones del Condado de Harris (área de Houston), preveía el lunes que los embalses alcanzarían su nivel máximo hacia final de la semana. “Para que el agua comience a bajar y lograr sacarla completamente de las casas llevará varias semanas”, dijo. “Las casas más bajas estarán hasta un mes inundadas. Cuanto más cerca están de la presa, más abajo están. Esas son las áreas que recibirán más inundación y donde el agua llegará a los niveles más altos”, explicó.

La respuesta de las distintas administraciones no resiste comparación con la situación del Katrina, que mató a 1.800 personas tras inundar Nueva Orleans por sorpresa hace 12 años. El presidente Donald Trump aterrizó ayer en Corpus Christi para reunirse con el gobernador Abbott y aplaudir el esfuerzo. Allí alabó al director de FEMA, Brock Long, de quien dijo que “se ha hecho famoso en televisión en estos días”.

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