El colectivo ecologista señala que a partir de la colocación de un sensor de benceno en la estación de control de la contaminación de Trubia, que ofrece datos desde el 1 de julio del 2016, se ha demostrado "algo que se sabía, pero no había prueba hasta ahora".
Abunda que hasta esa fecha solo se disponía de datos de la estación nominada Palacio de los Deportes, ubicada en Ventanielles a 14 kilómetros de Trubia, que "presentaba en muchas ocasiones crecimientos del benceno sin poder atribuir el origen".
"Ahora sabemos que, de acuerdo al viento en muchas ocasiones la contaminación que se origina en Trubia se mide en Ventanielles, por lo que afecta a miles de personas que viven en el entorno de los focos contaminantes", indica la coordinadora en un comunicado.
A partir del 1 de julio del 2016, el grupo denunciante, tras comprobar que "había unos valores espectaculares" volvió a exigir al Principado que se tomaran medidas sobre dicha contaminación, si bien precisa que, "a pesar de saber de la gravedad del problema, la responsable del control de la contaminación del aire renunció a tomar medidas para que se rebajasen los peligrosos niveles contaminantes que sufrían los vecinos de Oviedo y su entorno".
Desde la puesta en funcionamiento de la estación, el 1 de julio del 2016, la media anual fue de 7,77 µg/m3, sostiene la coordinadora que supone "con mucha diferencia el peor valor" registrado en España.
Concluye que la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente "conocía la gravedad del problema" de la contaminación del benceno en Oviedo, aunque "no se desarrolló ningún plan de mejora" de calidad del aire para paliar los graves problemas que estaban sufriendo los vecinos de Oviedo, y confía en que la Fiscalía "se atreva a exigir responsabilidades".
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