Categories: Noticias Ambientales
      Date: may 25, 2017
     Title: España: La contaminación de las centrales térmicas de carbón causó más de 700 muertes prematuras en 2014, según el IIDMA

"En 2014, la contaminación de las centrales térmicas de carbón españolas provocó 709 muertes prematuras y 459 hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares".



Estas son algunas de las principales conclusiones que se desprenden del estudio Un oscuro panorama. Los efectos en la salud de la quema de carbón en España durante 2014, elaborado por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) después de analizar las emisiones contaminantes generadas por las centrales térmicas españolas durante el año 2014. El estudio, presentado esta mañana en Madrid, destaca también los efectos que este tipo de contaminación tiene en los más pequeños, con la contabilización de 10.521 nuevos episodios de asma detectados en niños asmáticos. En cuanto a las bronquitis, el estudio ha contabilizado 1.233 de bronquitis en menores y 387 de bronquitis crónica en adultos.

Ana Barreira, directora del IIDMA, Carlota Ruiz-Bautista, abogada especialista en derecho ambiental y Massimiliano Patierno, ingeniero ambiental (ambos también pertenecientes al IIDMA) han sido los encargados de exponer los datos del estudio destacando que es "sin duda, la zona noroeste de España la más afectada por la contaminación atmosférica". Así, Ruiz-Bautista señala que "existe una relación bastante evidente entre la exposición a corto plazo de esos contaminantes con las enfermedades respiratorias: un habitante de Asturias tiene 6,1 veces más probabilidades de fallecer debido a la contaminación causada por las partículas en suspensión PM2.5 (más conocidas como partículas finas) que un habitante de la Comunidad de Madrid. De igual modo, quienes viven en Castilla y León corren un riesgo tres veces más alto en comparación con la población de Extremadura".

Además, los especialistas han mostrado las pérdidas económicas que se desprenden del impacto de este tipo de contaminación en nuestra salud. Estas pérdidas están valoradas entre 800 y casi 1.700 millones de euros anuales, derivadas del gasto sanitario y la reducción de la productividad causada por el absentismo laboral: 163.326 días de trabajo perdido y 747.686 días de actividad restringida.

Según han aclarado sus responsables, este estudio ha analizado la dispersión de los contaminantes de las centrales térmicas de carbón, como partículas en suspensión PM10 (partículas gruesas) y PM2.5 (partículas finas), Óxidos de nitrógeno (NOx) y el Dióxido de Azufre (SO2), a través de un modelo matemático que tiene en cuenta las variaciones espacio-tiempo de sus concentraciones.

Las recomendaciones de los expertos

Por todo ello, Barreira ha recordado que "tanto el Gobierno como las administraciones autonómicas y locales deben tomar medidas urgentes para reducir los niveles de contaminación atmosférica cumpliendo así con las normativas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)". A su vez, ha señalado cuatro recomendaciones que apunta el IIDMA para reducir dicha contaminación.

En primer lugar, Barreira señala la necesidad de "la descarbonización del modelo energético" y, a su vez, contribuir al Acuerdo de París. "Esto pasa por un plan de cierre progresivo de las centrales térmicas de carbón", ha afirmado. En segundo lugar, destaca la importancia de que gobiernos, empresas y otros agentes sociales planteen medidas de transición justa para asegurar el empleo a todos los afectados: "El proceso de transición asegure nuevas oportunidades de empleo a todos los trabajadores afectados". En tercer lugar, y tal como expone el informe, "las empresas energéticas deben internalizar los costes externos asociados a la generación de electricidad a través de la quema del carbón, es decir, aquellos procedentes de los impactos negativos en la salud y en el medio ambiente".

En cuarto lugar, Barreira destaca la necesidad de realizar más inversiones en energías renovables para incrementar la producción de electricidad a partir de estas fuentes: "Son necesarias más inversiones en energías renovables, cada vez más competitivas con respecto a otras tecnologías convencionales, para avanzar hacia un modelo de desarrollo que proteja nuestra salud, que permite frenar el cambio climático y que, sin duda, son también fuente de empleo". Así, Barrera ha concluido insistiendo en que "las medidas que se adopten en el corto, medio y largo plazo deben ser coherentes con la lucha contra el cambio climático".

España cuenta con 16 centrales térmicas de carbón, la mayoría localizadas en el noroeste de la península, con la distribución autonómica repartida entre Asturias y Castilla y León (cuatro), Andalucía (tres), Galicia (dos) y Aragón y Baleares (una). A ellas hay que añadir la de La Pereda (Asturias) que no está incluida en el parque generador ya que la energía eléctrica producida por ella no es vertida en la red eléctrica.

Leer noticia en fuente original: http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2017/05/24/5925a5a3268e3e6b488b45c6.html