Las autoridades de Santiago de Chile decretaron hoy por primera vez en 2017 el estado de alerta ambiental a causa de la mala calidad del aire, informaron fuentes oficiales.
La situación de alerta implica la restricción este martes, entre las 07.30 y las 21.00 horas locales, de la circulación del 40 % de vehículos sin convertidor catalítico cuyas matrículas terminen en 9, 0, 1 o 2, así como la prohibición de encender cualquier tipo de calefactor de leña.
También se prohíben las quemas agrícolas y se recomienda no realizar ningún tipo de actividad deportiva al aire libre, especialmente en establecimientos educativos.
No obstante la medida, a las 08.45 horas, las diez estaciones de vigilancia de la calidad del aire distribuidas en distintos puntos de la ciudad marcaban un nivel bueno, que supone una concentración inferior a 100 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico de aire.
Santiago de Chile, con cerca de siete millones de habitantes, está enclavada en un valle rodeado de montañas y cada otoño e invierno australes la calidad del aire empeora por la ausencia de brisas que diseminen las partículas nocivas y por un fenómeno de inversión térmica.
Este último consiste en que la temperatura en la superficie es menor que en altura, por lo que las partículas nocivas se mantienen a nivel del suelo. El año pasado hubo más de una veintena de alertas ambientales, catorce preemeergencias y una emergencia por la mala calidad del aire.
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