Categories: Noticias Ambientales
      Date: abr  7, 2017
     Title: Galicia: A Coruña diseña un plan contra la contaminación acústica

El Plan de Acción en Materia de Ruído elaborado por el Concello de A Coruña se pone como objetivo reducir la contaminación acústica de la ciudad en un periodo de cinco años y, para ello, cuenta con medidas que afectan al tráfico, al ocio nocturno y también a la manera que los vecinos tienen de desplazarse por la ciudad.



El documento identifica los problemas que aquejan a la ciudad, los puntos con más ruido y qué se puede hacer para solucionarlo. Hay medidas globales, como promover el uso de vehículos más silenciosos, híbridos y eléctricos; la creación de itinerarios peatonales y ciclistas para reducir el uso del vehículo privado y hasta la colocación de barreras, de pantallas acústicas y túneles para evitar la circulación en superficie. Hay otras medidas concretas, que afectan a cada vecino en particular, como la idea de subvencionar las obras de mejora del aislamiento de las fachadas de los edificios o la comprobación de las actividades de ocio nocturno que estén sujetas a licencia municipal, para evitar que las noches de fiesta perturben el descanso de los vecinos.

Tráfico. El proyecto cuenta con reducir el ruido utilizando como aliadas las supermanzanas, liberando espacio público ocupado por los vehículos para que sea reconquistado por los peatones y por los medios de transporte alternativos, como las bicicletas. El informe identifica tres zonas que, estando en desarrollo, son vulnerables de superar los 60 decibelios, es por ello por lo que propone la aplicación de "medidas preventivas". En el Agra de San Cristóbal aconseja reservar una "franja mínima de 30 metros libre de edificación desde las vías de tren existentes"; la misma franja propone para el borde de Alfonso Molina, tanto en la avenida como en la zona del recinto ferial Expocoruña.

Otra de las medidas que pretende aplicar el Concello para reducir la emisión de ruidos es la de incrementar el control sobre los vehículos y las motos para iniciar una cruzada contra los que circulan con el escape libre o con tubos de escape no homologados, ya que, según consta en el documento, estos dispositivos o la ausencia de ellos, puede incrementar su nivel de ruido en 20 decibelios, cuando el máximo recomendado en una zona urbana es de 65 por la mañana y por la tarde y 55 por la noche. Esta medida lleva aparejada también que las motos no circulen por zonas peatonales. Para reducir el nivel de ruido, el Concello plantea además la reducción de la velocidad y, por extensión, que la conducción sea "más tranquila" y segura para peatones y bicicletas.

El plan de acción propone que se reduzca "de 50 a 30 kilómetros por hora" la velocidad en el núcleo urbano para incrementar la seguridad de los peatones, reducir los accidentes y también el ruido. Para ello, el documento aconseja la puesta en marcha de medidas paliativas, como la instalación de señales que informen a los conductores de la velocidad a la que están circulando, habilitar carriles bici, colocar pasos de cebra, plantar árboles para crear la sensación de que la calle es estrecha o incluir rotondas en el trazado para que la conducción sea "más tranquila y fluida".

Para la aplicación de estas medidas, el plan municipal exige que haya coordinación con la Consellería de Infraestruturas, con la Demarcación de Estradas de Galicia y con el Ministerio de Fomento, ya que el Concello no puede regular, por ejemplo, la reducción de la velocidad en carreteras que no son de su titularidad.

Actividades festivas. Otro de los focos de ruido en la ciudad es el ocio nocturno y las actividades festivas en los espacios públicos, dos variables que el plan tiene en cuenta y que exige que, para concederles licencia municipal, se tendrán que tener en cuenta el ruido que pueden generar. Y hace especial hincapié en que se cumpla el horario de cierre, así como que se facilite el traslado de locales de las zonas declaradas acústicamente saturadas (ZAS) a "localizaciones donde la molestia que ocasionen sea menor, pero evitando la dispersión de locales".

Itinerarios peatonales y ciclistas. El plan de acción propone la promoción de la bicicleta como medio de transporte, por lo que plantea la ampliación del carril bici, así como el control de aparcamiento en las aceras de vehículos a motor y la configuración de las terrazas, para que no interrumpan el camino de las bicicletas. La eliminación de barreras arquitectónicas se presenta también como un objetivo para que el transporte alternativo sea una opción más utilizada por los vecinos.

Aparcamiento. El plan identifica también el tiempo que los vehículos se pasan buscando aparcamiento como un elemento que aumenta el ruido, por lo que propone la puesta en marcha de aparcamientos disuasorios cerca de las estaciones y de las paradas de transporte público de los municipios del área metropolitana.

Subvencionar las mejoras de aislamiento de la fachada. El proyecto propone que se incluyan estas ayudas en los presupuestos para que los edificios residenciales y los sensibles, situados en zonas con elevados niveles de ruido o de molestia, puedan reducir el impacto de sonoro en cada de que no sea posible disminuirlo en su foco generador.

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