Categories: Noticias Ambientales
      Date: mar 14, 2017
     Title: Plan A: Las 30 medidas del Ayuntamiento de Madrid para combatir la contaminación

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, presentó ayer el nuevo Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Ciudad de Madrid (Plan A). Se trata de 30 medidas para combatir la polución en la capital y que pasan desde prohibir la circulación de determinados vehículos hasta cerrar algunos barrios de la almendra central al tráfico. Aquí se resumen las principales novedades.



1. Área Central Cero Emisiones

Madrid tendrá un Área Central Cero Emisiones, que se corresponderá con el Área de Prioridad del Distrito Centro prevista para 2018. El perímetro se corresponde con las rondas y bulevares, más intuitivo que las cuatro A. P. R. ya existentes. Con esta medida se eliminará el tráfico de paso en el distrito Centro, creando un entorno más amable, menos contaminado y ruidoso, con más espacio para el peatón, la bicicleta y el transporte público. Gradualmente se implantarán restricciones a los vehículos más contaminantes que estén autorizados para acceder.

2. Reforma de las principales vías de acceso al centro

El Ayuntamiento reformará las principales calles de acceso al centro, ampliando aceras, creando itinerarios ciclistas y dando prioridad al transporte público. Será en dos fases: primero las calles de fácil rediseño, como Alcalá-Gran Vía, paseo de la Castellana, Ciudad de Barcelona o Bravo Murillo; en una segunda fase, vías con túneles, cuya transformación es más compleja.

3. Prioridad para los peatones

Intervenciones en el espacio público para facilitar la movilidad peatonal en los barrios, creando entornos adaptados al peatón, lo que reducirá la contaminación atmosférica y acústica y la siniestralidad. En concreto, se hará una caracterización de la red peatonal y Zonas 30.

4. Mejora y ampliación de la red ciclista

Revisión y ampliación de la red de itinerarios segura e integrada con los demás medios de transporte, con el objetivo de incrementar su uso hasta el 5% de los desplazamientos en 2025. Solo en 2017 se van a crear más de 30 kilómetros de itinerarios ciclistas.

5. Ampliación de BiciMAD

El sistema de bicicleta pública BiciMAD llegará a nuevas zonas de gran demanda, a la vez que se renuevan las unidades y se desarrollan medios tecnológicos que posibiliten su integración completa en la red madrileña de transporte público.

Fuente: elconfidencial.com

6. Regulación del aparcamiento con criterios de calidad del aire

La gestión del aparcamiento en la zona SER incorpora bonificaciones y penalizaciones en relación con las emisiones del vehículo. También se implementarán nuevos sistemas de regulación en los aparcamientos subterráneos, con un incremento progresivo de las plazas.

Fuente: europapress.es

7. Limitación de la velocidad en los accesos metropolitanos y la M-30

Se establecerá como velocidad máxima de circulación 70 km/h en las vías de acceso a la ciudad, desde su intersección con la M-40, y se extenderá la limitación de velocidad a 70 km/h a todo el recorrido del anillo urbano M-30.

Fuente: europapress.es

8. Red de aparcamientos intermodales en la corona metropolitana

El Ayuntamiento está preparando una red de 12 aparcamientos disuasorios en la corona metropolitana. Aportarán 9.570 plazas, se ubicarán a una distancia máxima de 200 metros al punto de acceso del transporte colectivo y ofrecerán sistemas tarifarios que primen el uso del transporte público.

Fuente: europapress.es

9. Vías preferentes y priorización semafórica para autobuses

Se establecerán vías con preferencia efectiva para los autobuses de la EMT mediante plataformas reservadas y prioridad semafórica, mejorando el tiempo de recorrido y una mayor regularidad en las frecuencias de paso. El objetivo es aumentar la velocidad comercial y la calidad del servicio.

10. Infraestructuras reservadas para transporte público

Para la creación de carriles BUS-VAO-ECO (vehículos de alta ocupación y menos contaminantes), se establecerá un marco de coordinación con el resto de las administraciones que permita dotar a las vías radiales de acceso y salida de la ciudad con plataformas reservadas que conecten con los puntos de intercambio modal y, en especial, con la red de aparcamientos disuasorios. También se crearán corredor para autobuses de alta capacidad o BRT (bus rapid transit) de conexión entre los distritos.

11. Ampliación de la flota de la EMT

La EMT va a renovar su flota mediante un programa 2017-2020 de inversiones con adquisición de 750 nuevos autobuses (gas natural, híbridos y eléctricos). Los autobuses eléctricos se incorporarán a gran escala en la base de operaciones de La Elipa.

12. Incentivos para una flota de taxis de bajas emisiones

El Ayuntamiento aumentará los incentivos para la transformación a vehículos de bajas emisiones, con subvenciones municipales para la adquisición de vehículos que cuenten con la etiqueta CERO o ECO. A partir de 2018 sólo se autorizará la sustitución con este tipo de vehículos.

13. Optimización del servicio del taxi con criterios ambientales

Se incrementará la eficiencia y la sostenibilidad mediante la integración de nuevas tecnologías, optimización de recorridos y otras actuaciones estructurales que permitan mejorar el servicio y reducir los viajes en vacío de la flota de taxis.

14. Optimización de la distribución urbana de mercancías

Creación de un sistema de gestión y control de las plazas en vía pública reservadas para la carga y descarga en la ciudad de Madrid mediante una aplicación específica y un registro municipal de operadores de distribución urbana.

15. Distribución urbana de mercancías con vehículos de bajas emisiones

Los vehículos de bajas emisiones de distribución urbana de mercancías tendrán preferencias de acceso y horarios en el Área Central y en la zona SER.

16. Innovación y eficiencia en los procesos logísticos urbanos

Se desarrollarán fórmulas de colaboración público-privadas para una logística urbana sostenible e innovadora.

17. Renovación del parque circulante

Se tomarán medidas progresivamente para la sustitución de los vehículos más contaminantes, con el objetivo de limitar la circulación en 2025 a los vehículos sin distintivo ambiental de la DGT en todo el término municipal.

18. Flotas de servicios municipales de bajas emisiones

Las flotas de los servicios municipales incrementarán los vehículos CERO y ECO hasta alcanzar el 90 por ciento en 2030. Esta medida afectará tanto a las gestionadas directamente como a las de los contratos de servicios.

19. Planes de movilidad laboral sostenible

Impulsaremos el desarrollo de planes de movilidad sostenible en empresas, así como en las administraciones públicas aprovechando su papel ejemplarizante, comenzando por la redacción de un Plan de Movilidad Sostenible Municipal. De manera complementaria, se instará al Gobierno Regional de la Comunidad de Madrid a la aprobación de una ley de movilidad sostenible.

20. Red de recarga para vehículos eléctricos y suministro de combustibles alternativos

La ciudad tendrá una infraestructura de combustibles alternativos. También se promocionará una red de recarga eléctrica en espacios de acceso público, aparcamientos municipales y de residentes, lugares de trabajo o instalaciones municipales.

21. Impulso a las iniciativas de movilidad compartida

Madrid apoyará las iniciativas de movilidad compartida para mejorar y diversificar la oferta de transportes de la ciudad.

22. Regeneración y rehabilitación de barrios

El Ayuntamiento pone en marcha la estrategia de regeneración urbana Madrid Regenera, que abarca rehabilitación de viviendas (Plan MAD-RE), remodelación de espacios públicos, producción energética local, movilidad verde y de proximidad y renaturalización de la ciudad.

23. Fomento de sistema de sistemas de climatización eficiente de bajas emisiones

Impulso de mejoras tecnológicas de instalaciones de calor, climatización y agua caliente sanitaria. Algunas actuaciones concretas son la eliminación del uso del carbón en 2020, el fomento de los sistemas de climatización eficientes, la regulación del uso de la biomasa en todo el municipio y el desarrollo de redes de calor y frío de alta eficiencia.

24. Generación distribuida y uso de energías renovables

El Ayuntamiento impulsará la incorporación de tecnologías menos contaminantes, la reducción de la demanda a través de la eficiencia energética y el incremento de la autosuficiencia mediante una generación distribuida que acerque la producción de energía con renovables a los centros de consumo. Además, tendrá una hoja de ruta para el desarrollo de las energías renovables y se revisarán las bonificaciones del IBI por instalaciones de energía solar.

25. Reducción de emisiones en la gestión de residuos

El complejo tecnológico de Valdemingómez vivirá una optimización de los procesos de gestión de residuos para reducir las emisiones producidas por su funcionamiento. Se incrementará la recuperación de materiales con nuevas líneas de separación, se crearán instalaciones para el compostaje para tratar la progresiva implantación de la recogida selectiva de la fracción orgánica en el municipio. También se mejorará el rendimiento de la Planta de Tratamiento de Biogás.

26. Monitorización energética y gestión de consumos de instalaciones municipales

Se iniciará una transición hacia un modelo energético basado en la eficiencia y la transparencia de información promoviendo sistemas para la monitorización remota de consumos energéticos. La gestión de información estará asociada al control y medición de los consumos, seguimiento de medidas, inversión de ahorro y eficiencia energética, así como a acciones de divulgación y formación. Se creará una comisión municipal de eficiencia energética y energías renovables, y una plataforma abierta de consumos en edificios municipales, con un objetivo del 80% del consumo monitorizado. También habrá un seguimiento específico de servicios o instalaciones municipales de alto consumo energético.

27. Intervenciones en edificios e instalaciones municipales

Impulso hacia un modelo de emisiones cero a través de la eficiencia energética y el uso de energías renovables actuando en los edificios de titularidad municipal y en instalaciones con consumo energético en vía pública. Habrá programas de mejora de instalaciones de climatización, implantación de sistemas fotovoltaicos, sistemas de gestión ambiental. Además, hay un compromiso municipal de promover edificios de consumo casi nulo o, incluso, energía positiva.

28. Incorporación de criterios de sostenibilidad en la contratación municipal

Se creará un marco jurídico en la administración municipal que permita a los órganos de contratación incluir criterios orientados a la reducción de las emisiones contaminantes, la mitigación y adaptación al cambio climático y que promuevan el desarrollo sostenible en general. Se elaborará unas Instrucciones Técnicas y de Contratación Sostenible.

29. Adaptación al Cambio Climático. Madrid + Natural

Madrid ha puesto en marcha el desarrollo de Madrid + Natural, un plan para adaptar la ciudad a las amenazas ambientales derivadas de las alteraciones climáticas. Incluye intervenciones en edificios, barrios y en las grandes infraestructuras verdes y azules de la ciudad, como el río Manzanares.

30. Sensibilización ambiental y cooperación con otras administraciones

Las acciones de sensibilización y comunicación recorrerán de manera transversal las diversas líneas de actuación del Plan A, con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de cambiar las pautas de la ciudadanía para contribuir a la mejora de la calidad del aire y la lucha contra el cambio climático en la ciudad. A su vez, se requiere la colaboración de otras Administraciones, tanto de los Ayuntamientos vecinos, como de la Comunidad de Madrid y del Gobierno del Estado, para hacer las modificaciones legales y adoptar las medidas de incentivo necesarias para promover entre todos de forma coordinada y sinérgica, el necesario cambio de hábitos de los ciudadanos.

JUSTIFICACIÓN DE ESTAS MEDIDAS

La principal justificación que ha dado el Ayuntamiento para estas medidas es tratar de mejorar la calidad del aire que respiran los madrileños. A mediados de febrero, la Comisión Europea envió un ultimátum a España para que tome medidas para resolver el problema del "incumplimiento constante" de los límites de contaminación atmosférica correspondientes al dióxido de nitrógeno (NO2) en Madrid, Barcelona y Vallès-Baix de Llobregat.

De acuerdo al plan presentado este lunes, 11 de las 24 estaciones que el Ayuntamiento usa para medir los niveles de NO2 superaron en 2016 la media anual de 40 ug/m3, que es el límite marcado por la legislación para este tipo de partículas.

Fuente: europapress.es

Además, un porcentaje considerable de estas estaciones con superación del valor límite anual se corresponden con estaciones de tráfico. De las 9 estaciones de tráfico que realizan mediciones del NO2, un total de 7 presentan superación del límite. Únicamente las estaciones de tráfico de Castellana y Moratalaz no superan el límite, aunque están muy cerca, con 38 g/m3 de valor medio registrado en ambas estaciones en 2016.

El dióxido de nitrógeno es un contaminante cuya principal fuente emisora es el tráfico rodado, particularmente los vehículos que utilizan diésel como combustible. También puede ser producido en la atmósfera de manera indirecta debido a procesos químicos por la oxidación del monóxido de nitrógeno (NO).

¿Desciende la contaminación cuando se reduce la velocidad del tráfico?

Entre las 30 medidas del nuevo Plan de Calidad del Aire, presentado este lunes por el Ayuntamiento de Madrid, se incluye reducir la velocidad máxima en la M-30 y en las vías de acceso a la capital. En 2018 se pasará de los 90 kilómetros por hora actuales a un tope de 70. El Consistorio sostiene que mantener la marcha de forma constante a esa velocidad “reduce el impacto ambiental”. Los expertos afirman que, en teoría, al reducir la velocidad se contamina menos, pero que hay que tener en cuenta otras variables y los condicionantes de uso. En el caso de las NOx (un grupo de compuestos químicos que son óxidos de nitrógeno), los motores diésel emiten las mismas partículas a una velocidad elevada que cuando se desciende hasta los 30-40 kilómetros por hora.

El Ayuntamiento basa su argumento en un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid fechado en junio de 2013. En una simulación efectuada durante diez días, en la que se restringe un 50% el tráfico en el interior de la M-30, se concluye que los niveles de emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) se reducen un 7,7%. También se observa un descenso del 12% en la concentración de NO₂ en la ciudad y de hasta un 45% en el interior de la M-30. El texto, sin embargo, no hace mención a la reducción de los límites de velocidad. Para Mario Arnaldo, presidente de la Automovilistas Europeos Asociados, esa no es la solución. “Es una ecuación de laboratorio”, critica.

Un informe publicado por Transport Policy en enero 2011 concluía que los beneficios de reducir la velocidad eran evidentes en vías rápidas, pero que no tenía sentido en el interior de las ciudades porque podría suponer que muchos coches contaminaran más. Esto depende de multitud de factores, desde el modelo del coche al tipo de combustible utilizado. Parece razonable pensar que, a menor velocidad, como el motor combustiona menos, desciende el consumo de carburante y, por tanto, la contaminación. La realidad es más compleja. Primero, porque el comportamiento de los vehículos de gasolina (más contaminantes en CO₂) no es el mismo que el de los diésel (emiten diez veces más cantidad de NOx). Además, la reducción del consumo por kilómetro no se produce de forma lineal con la velocidad, como tampoco guarda relación el consumo con los contaminantes que expulsa un tubo de escape.

Una marcha más corta

Otro estudio, este realizado por el Departamento de Transportes de Reino Unido y citado por la OCDE, determinó que el mínimo de emisiones de NOx se producía a 60 kilómetros por hora. Las partículas en suspensión, compuestas por hollín y metales pesados, alcanzaban su mínimo a 70 kilómetros. Lo mismo ocurriría con el CO₂, el gas responsable del calentamiento global. La propia Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) recuerda que “no están claros los beneficios de limitar la velocidad”.

El ingeniero de una de las principales empresas automovilísticas afirma que “una disminución de la velocidad, teóricamente, reduce el consumo, las emisiones de CO₂ y las partículas contaminantes”. Sin embargo, el experto, que prefiere mantener su anonimato, sostiene que técnicamente existen otras consideraciones: “Si disminuyes la velocidad, el régimen de giro del motor baja. Por debajo de las 1.500 revoluciones puedes tener dificultades para conducir el coche, lo que te obliga a pasar a una marcha más corta. En ese momento, aumentas el régimen y obligas al motor a trabajar en uno mayor. El consumo y los contaminantes aumentan”.

“En función de la velocidad, entre 80 y 60 kilómetros por hora, el NOx alcanza un mínimo de emisión, pero este vuelve a aumentar en velocidades bajas”, explica Xavier Querol, investigador de Calidad del Aire en el CSIC. Y añade: “Si un coche diésel circula a 100 kilómetros por hora, emite 410 miligramos de NOx por kilómetro circulado. Si baja a 70, la emisión se reduce a 300 miligramos. Pero si desciende hasta los 30 kilómetros por hora, entonces vuelve a emitir 410 miligramos”. El ingeniero consultado por este periódico lo confirma: “Hay un punto óptimo en los motores de combustión térmica. Por debajo de cierto kilometraje, el beneficio por bajar la velocidad es negativo”.

Política europea

La UE ha endurecido en los últimos 14 años la cantidad máxima de NOx que pueden emitir los vehículos, pasando de 500 miligramos a 80. “El fraude de Volkswagen, que pasa en todas las marcas, es que los nuevos coches diésel aún emiten mucho NOx”, manifiesta Querol. Los parámetros ofrecidos por la AEMA en 2016 siguen por encima de los 600 miligramos. Para llegar al máximo de 80 miligramos, como marca la normativa Euro 6, en vigor desde septiembre de 2015, los constructores de vehículos diésel usan unos catalizadores cerámicos que retiene los NOx y que convierten estas partículas en agua, algo que no incorporan los coches más antiguos.

Querol, experto en calidad del aire, recuerda que otras ciudades europeas ya han reducido los límites de velocidad para disminuir la contaminación. Barcelona, por ejemplo, lo hizo en 2008. En el conjunto del año, las emisiones se redujeron un 11%. De esa manera, se intenta contrarrestar las 430.000 muertes prematuras que se dan al año en Europa (30.000 en España) por la contaminación atmosférica, según datos de la AEMA. El investigador del CSIC, sin embargo, resalta que limitar la velocidad solo es una medida complementaria y que el objetivo final debe ser reducir el número de coches que acceden a la ciudad porque “hasta los vehículos modernos siguen contaminando”.

Ecologistas en Acción: Medidas necesarias que deben hacerse realidad

Ecologistas en Acción hace una valoración positiva del Plan de Calidad del Aire que acaba de presentar el Gobierno municipal de Madrid. Por primera vez se identifica con nitidez al principal responsable de la mala calidad del aire y de la pérdida de calidad de vida en la ciudad: el tráfico rodado. Y consecuentemente también se diseñan medidas ambiciosas para reducir la circulación de automóviles, en especial de los más contaminantes. Ahora solo falta que las medidas que ya están claramente diseñadas se ejecuten y el resto se concreten lo antes posible.

El Ayuntamiento de Madrid acaba de presentar su Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Ciudad de Madrid, un documento que aún deberá ser aprobado en Consejo de Gobierno, sometido a información pública y luego aprobado en pleno y puesto en práctica.

Ecologistas en Acción valora positivamente el documento. Se trata de un plan realista y ambicioso que, si se lleva a la práctica con decisión, puede paliar un grave y endémico problema de salud pública en la capital: la mala calidad del aire. Hasta ahora los sucesivos gobiernos municipales habían eludido su responsabilidad en este asunto, elaborando planes con medidas poco o nada definidas, en muchos casos contradictorias entre sí, y que en el caso de las más necesarias y ambicosas nunca terminaban por realizarse. Basta recordar que el Plan Aire que hemos tenido vigente hasta 2015 no era sino una copia literal de la propuesta que presentó el consistorio de Ana Botella a la Comisión Europea para pedir una prórroga al cumplimiento de los límites legales de dióxido de nitrógeno. Aunque esta propuesta fue rechazada por la Comisión (argumentando que resultaba ineficaz para mejorar la calidad del aire), el Gobierno municipal lo convirtió en su Plan Aire 2011-2015. Su fracaso es incontestable: Madrid ha seguido todos estos años superando los máximos legales permitidos para varios contaminantes atmosféricos.

La principal virtud del documento presentado por el Ayuntamiento es que identifica con mayor claridad el origen de la contaminación –el tráfico de vehículos motorizados, en particular de automóviles– y la mayor parte de las medidas son claras, decididas y coherentes para limitarlo. Entre las más relevantes destacan el área de prioridad residencial de toda la zona central de la ciudad, la limitación de velocidad a 70 km/h en la M30 y las vías de acceso a la ciudad o el rediseño de los principales viales para evitar el tráfico de paso por la ciudad. En todo caso, Ecologistas en Acción echa en falta más concreción en algunas de estas medidas a la hora de explicar detalladamente las actuaciones y sus plazos de ejecución.

En todo caso, Ecologistas en Acción recuerda que la efectividad de todo plan radica en la voluntad política que impulsa la puesta en marcha de las medidas, lo dota de presupuesto y se preocupa por llevar a cabo un correcto proceso de evaluación y seguimiento a medida que el plan se va ejecutando. Es aquí donde la organización ecologista espera que el actual ayuntamiento no caiga en los errores de anteriores gobiernos municipales, en los que la ausencia de voluntad política llevó a que las medidas más necesarias nunca salieran del papel.

Aún así, no todas las medidas son positivas. La organización ecologista considera contraproducente la construcción de aparcamientos en la corona metropolitana. Se trata, en definitiva, de infraestructuras pagadas con fondos públicos municipales para aumentar el número de aparcamientos, lo que implica un reclamo para seguir utilizando el automóvil. Mejor invertir todos esos recursos en medidas de apoyo al transporte público, la marcha a pie o en bicicleta.

También es cierto que el pésimo diseño de las pegatinas distribuidas por la DGT al 50 % del parque móvil "más limpio" va a dificultar la efectividad de las medidas que tienen que ver con este distintivo. Efectivamente, estas pegatinas ignoran el fraude generalizado en las emisiones de los vehículos diésel (que en algunas marcas supone que se multipliquen por 15 las emisiones máximas permitidas para contaminantes como el dióxido de nitrógeno), por lo que la medida no será tan efectiva como si se basara en las emisiones reales.

El sur de la M-30 también debería existir

A sus 77 años, Carmen Díaz ha desarrollado un sistema casi infalible para saber si ese día tendrá un ataque de asma. Nada más levantarse, mira por la ventana del salón y si no ve la sierra de Madrid, es que la cosa pinta mal. Y últimamente, la cosa pinta mal con mucha frecuencia. "En seguida siento cuando hay contaminación. Se nota el aire espeso y me cuesta más respirar. He tenido que comprar un aparato que me recomendó mi neumólogo para controlar el asma. Si soplo y el indicador no pasa del rojo, voy corriendo a por oxígeno", explica la mujer antes de hacer una demostración. Su capacidad pulmonar alcanza hoy el color verde. No hay peligro. Afuera, el aire se siente fresco gracias a las últimas lluvias.

Carmen vive sobre la autovía de Madrid a Toledo (A-42), cerca de la estación de medición de dióxido de nitrógeno (NO2) que más veces superó en 2016 el límite máximo recomendado. Se trata de la estación de la plaza Fernández Ladreda (plaza Elíptica), que registró tasas de NO2 superiores a 200 µg/m³ (microgramos por metro cúbico) en 46 ocasiones. El problema para Carmen y el resto de vecinos es que a nadie parece importarle lo que marque esa estación. Sus lecturas no activan protocolos para restringir el tráfico ni generan indignación en redes sociales. El motivo es simple: al encontrarse fuera de la M-30, concretamente al sur de la ciudad, ese medidor queda excluido del Protocolo para Episodios de Alta Contaminación. Y así, muchos días en los que la almendra central de Madrid registra niveles seguros, el extrarradio refleja tasas insalubres sin que salten las alarmas.

Fuente: elconfidencial.com

El recién presentado Plan A contra la contaminación del Ayuntamiento de Madrid incluye puntos interesantes para el extrarradio, como la limitación de la velocidad en los accesos a la capital o la ampliación de la flota de autobuses y BiciMad, pero casi toda la batería de medidas está diseñada para el interior de la M-30. "Es habitual que a los vecinos del sur de Madrid nos discriminen en cuestiones de inversión y servicios, y esto de la contaminación es otro agravio comparativo. Cuando en Madrid saltan los sensores, se toman medidas, pero cuando saltan en el extrarradio no. Muchos días en que el centro supera máximos durante dos horas seguidas, nosotros llevamos ya tres horas. ¿Es que nuestros pulmones son de menos categoría que los de la gente que pasea por Gran Vía?", clama Javier Cuenca, presidente de la Asociación Vecinal La Incolora, de Villaverde Alto.

Un ejemplo fue el pasado 29 de diciembre. El Ayuntamiento de Madrid decretó, por primera vez en la historia, el escenario 3 del Protocolo para Episodios de Alta Contaminación, que se toma cuando dos estaciones de medición superan los 200 µg/m³ de NO2 durante dos horas consecutivas. Ese día, la estación de Villaverde rebasó esa cantidad durante tres horas consecutivas en la más absoluta indiferencia.

"Muchos días somos el lugar más contaminado de España, y sin embargo no disponemos de ningún protocolo", denuncia la AAVV de Villaverde.

En lo que va de año, Villaverde ha registrado las tasas medias más elevadas, y es uno de los nueve lugares de Madrid que en 2016 rebasaron el valor medio anual que establece la legislación europea para la protección de la salud humana (40 µg/m³). De esos nueve puntos, cuatro se ubican fuera de la M-30. Se trata de la citada estación de Villaverde, la de plaza Elíptica, Puente de Vallecas y Urbanización Embajadas (Barajas). Menos esta última, las otras cuatro se extienden a lo ancho de la ladera sur del río Manzanares.

"Villaverde y los barrios de alrededor son especialmente proclives a acumular bolsas de polución. Por eso, las distintas asociaciones vecinales nos hemos puesto en pie de guerra para reclamar medidas", prosigue Cuenca. Y lo explica: "Esta zona se ubica en un valle que provoca que el aire se estanque durante más tiempo. La contaminación de Madrid emigra con los vientos de norte a sur, y eso hace que la polución se mantenga aquí días después de que se haya despejado en el centro. Muchos días somos el lugar más contaminado de España, y sin embargo no disponemos de ningún protocolo".

En efecto, si hay que ubicar la ‘zona cero’ de la contaminación atmosférica en España, esa sería la zona sur de la capital. No solo tiene que lidiar con el dióxido de nitrógeno que llega del centro, sino con sus muy concurridas autovías y con los humos tóxicos de las industrias circundantes, en especial cementeras y la incineradora de Valdemingómez, el vertedero de Madrid. "Las cifras están ahí: en 2016 respiramos aire de calidad deficiente entre un 10% y un 15% de los días. Es muy preocupante. Los centros de salud cada vez atienden a más gente con problemas respiratorios. No se puede tolerar que vivir al norte o al sur de Madrid determine la salud de una persona", denuncia Francisco Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio Zofio, a cuyo territorio pertenece el medidor de la plaza Elíptica.

"Se ha puesto el foco en el centro de la ciudad, pero en muchas ocasiones son lugares de la periferia los que soportan el aire más contaminado. Y esto sucede sin que se adopten medidas específicas para paliar las consecuencias sobre la salud de las personas que en ellos residen", considera la Federación de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM).

Tanto la estación de la plaza Elíptica como la de Villaverde se sitúan en parques arbolados, lo que reduce sensiblemente el volumen de partículas contaminantes que captan. "En su día, las estaciones se colocaron en base a informes técnicos en los lugares más transitados. Durante unos años se midió la contaminación real de estos barrios, pero para no crear alarma, el ayuntamiento decidió reubicar nuestra estación en un parque donde no pasa ni un coche", explica Cuenca.

Muertes prematuras

Las crisis respiratorias se han convertido en una constante en los ambulatorios del sur de Madrid. Lo sabe Javier Medel, médico del centro de salud Potes (Villaverde): "La posibilidad de padecer enfermedades respiratorias, hormonales o cáncer de pulmón, aumentan bastante en función de dónde vivas. Como se suele decir, el código postal pesa más que el código genético en tu esperanza de vida. Se podrían evitar miles de muertes si se tomaran las medidas adecuadas". Medel no ha visto una relación directa entre días de alta contaminación y crisis respiratorias en su consulta, pero asegura que los "efectos a largo plazo" son devastadores. "Hablamos de que una persona puede perder años de vida por culpa de la contaminación". Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, los gases contaminantes causan unas 30.000 muertes prematuras al año en España (datos de 2013). La Escuela Nacional de Sanidad estima una cifra algo menos alarmante: 26.830 fallecidos en la última década.

La FRAVM también se ha puesto en pie de guerra ante este agravio comparativo. Pide al ayuntamiento que "diseñe y aplique medidas urgentes en aquellas zonas que, situadas fuera de la almendra central, sufren a diario niveles elevados de contaminación atmosférica". La federación propone ampliar el perímetro de restricción de tráfico rodado, siguiendo los pasos de otras capitales europeas, y "acometer la renovación completa de la flota de la EMT, la ampliación de la red de carriles bici y la extensión de BiciMad a los barrios de la periferia, el aumento de las calles peatonales, la conversión en vías urbanas de autovías que penetran en la ciudad, como la A-5, un mayor impulso al uso del transporte público, la puesta en marcha de un nuevo plan de movilidad sostenible o el cierre de la planta incineradora del complejo de tratamiento de residuos urbanos de Valdemingómez". El Plan A contra la contaminación incluye varios de estos puntos, aunque falta conocer si alcanzará a los barrios periféricos.

Como reconoce Carmen, apostada en el marco de su ventana: "Nos podemos acostumbrar al ruido de los coches todo el día, pero no a esto. Lo peor es el verano, no podemos ni abrir las ventanas. Si estoy dos o tres días sin limpiarlas y paso un papel de cocina, sale negro. El marco de la ventaja, si te fijas, ya no es blanco, tiene un baño oscuro de la polución". "Estamos hablando de un tema de salud", insiste Cuenca, de la AAVV La Incolora. "Esto nos está restando a mí y a mis convecinos años de vida y nadie hace nada. Nos gustaría que con los aires del norte no solo viniera la polución, sino también la inversión. Que pensáramos en el sur de Madrid como un lugar de desarrollo. Tenemos mucho suelo industrial, pero no queremos empresas contaminantes que no cumplen las regulaciones medioambientales, sino empresas modernas que revitalicen la economía de estos barrios".

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