La peor parte del episodio ocurrió en la madrugada del jueves. Las partículas de polvo en suspensión alcanzaron niveles altísimos en la ciudad, con un valor horario registrado de 456 microgramos de partículas por cada metro cúbico de aire en la estación de Al-Nasir y 311 en Lepanto en torno a las 2:00-3:00 de la madrugada.
Los valores máximos admitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son de 50 microgramos por cada metro cúbico de promedio diario.
La situación no fue excepcional en la ciudad de Córdoba. Ocurrió lo mismo en el resto de medidores de la provincia de Córdoba. En Obejo, el informe diario sobre la calidad del aire que elabora la Consejería de Medio Ambiente decía que la situación de las partículas era “muy mala”, la misma calificación que daba a las tres estaciones de Córdoba. Solo en Espiel se establecía que la situación era “mala”.
La llegada de la lluvia disipó la situación, pero no acabó con ella. Durante todo el día siguió en valores superiores a los recomendados. Así, en el caso de la estación de Al-Nasir bajó a 100 unidades.
En todo el episodio, no se decretaron alertas ni avisos a la población. En Canarias, más cercana a las tormentas del desierto, se suelen activar cuando se superan estos umbrales y se recomienda a la población de riesgo (niños, mayores y personas con dificultades respiratorias) no salir de casa. En ningún punto del Sur de la Península ocurrió esta semana. Córdoba no es una excepción.
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