El proyecto cuenta ya con el apoyo de la concejalía de Mobilitat Sostenible, que a través de un convenio de colaboración, tendrá acceso a todos los datos obtenidos y las conclusiones para aplicarlos, si es necesario, en la gestión de la movilidad de la ciudad. Las mediciones se realizan con el material del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que en 15 días validará los primeros datos científicos y fiables. Hay que recordar que la idea partió de diversas asociaciones de madres y padres de alumnos, y ha ido ganando apoyos entre diversos colectivos sociales y vecinales. El Ayuntamiento de Valencia no ha dudado en sumarse al programa de medición de la calidad del aire, ya que es una de las cuestiones fundamentales que afecta a la salud de las personas, y atañe a áreas como sanidad, medio ambiente o la propia movilidad.
El programa ya ha finalizado las mediciones. «Se han mapeado cuatro colegios, tanto interiores como exteriores, aunque los programas piloto se están desarrollando en el López Rosat (barrio de Tres Forques) y el Luis Vives (Sant Francesc), donde además se están llevando a cabo actividades con los niños de concienciación», explica José Manuel Felisi, ingeniero químico de la compañía G-Agua y responsable de la asociación Mesura que lleva a cabo el proyecto.
Pero el proyecto de Mesura ha ido ganando envergadura. De los entornos escolares se ha extendido a toda la ciudad. Se han tomado mediciones puntuales de ´black carbón´ (presente en la carbonilla que dejan los tubos de escape de los vehículos) y partículas en otros 20 puntos de la ciudad. Son los túneles de Ángel Guimerá, Grandes Vías y Pérez Galdós; las plazas de España, Ayuntamiento, Tetuán, y la Reina; la zona peatonal del barrio del Carmen; en las avenidas del Cid, Gaspar Aguilar, Serrería, Alfahuir y Catalunya; en los parques de Viveros y del Oeste; la Universitat Politècnica de Valencia, los colegios Luis Vives y López Rosat; el bulevar sur y la ronda norte; y el Mercat Russafa.
Se han mapeado grandes avenidas con usuarios de Valenbisi, que llevaban medidores en sus cestas, al igual que todo el Jardí del Túria. Además se han puesto tubos de ensayo para medir durante un mes en varios puntos de la ciudad los valores de NO2 (gases de combustión).
Pistas claras
«Sin tener los resultados definitivos, que validará el CSIC en unos quince días, los primeros indicadores nos dan pistas de que hay peor calidad en la calle Colón que en la V-30. En la plaza del Ayuntamiento los valores también son peores que las dos rondas, a pesar de que éstas soportan mucho más tráfico diario», señala Felisi.
El responsable de Mesura asegura que, con los primeros indicadores, ya se pueden extraer varias conclusiones. «Algunas son obvias, pero científicamente se pueden demostrar y es muy importante. La primera es que la cantidad y el tipo de vehículos influye en la calidad del aire. Contra más coches hay más contaminación», señala Felisi. «El segundo condicionante es la meteorología. Los días de lluvia limpian la ciudad y dan condiciones inmejorables. Los días de viento se dispersan los contaminantes y evitamos concentración. Y la niebla, como la que hubo el otro día, es el peor escenario, pues crea una capa que evita la dispersión», argumenta.
El tercer factor importante es la limpieza o suciedad de la ciudad, que puede mejorar mediante la lluvia o el baldeo. «La lluvia y el baldeo limpian las calles, es decir, limpian el polvo de los frenos y de los neumáticos». Por último es muy importante el diseño de los espacios. «No es lo mismo una plaza abierta, que una calle con pisos de siete alturas, por eso hablamos de mayor polución en Colón que en la V-30», sostiene Felisi.
El trabajo de la asociación Mesura ha suscitado «una gran respuesta» ciudadana, según José Manuel Felisi, que explica que en los últimos tiempos se han unido al programa Arquitecturia, los colegios Ciutat de Bolònia y Humanista Mariner, colectivos ciclistas y el Centro Cultural Tres Forques. «Además la Conselleria de Medio Ambiente ve con buenos ojos la iniciativa y se abre un marco de colaboración con ellos», añade el técnico de G-Agua.
El análisis de los resultados y el diagnóstico que hará el CSIC va a ser muy importante porque por primera vez se ha medido con instrumentación precisa la huella del ´black carbón´ y el NO2, es decir, dos de los componentes que producen los motores de los vehículos y responsables de una gran número de afecciones cardiovasculares y respiratorias.
Empoderar a los estudiantes
Además de los resultados que se obtengan de las mediciones, Mesura está pensando en crear «una herramienta de visualización de datos abierta a la ciudadanía, para que cada uno tome sus decisiones». «También estamos trabajando en una metodología con los alumnos y su empoderamiento, creando conciencia sobre el entorno, y en el futuro tomen sus propias decisiones».
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