Categories: Noticias Ambientales
      Date: nov 17, 2016
     Title: COP22: EEUU presenta su hoja de ruta para recortar un 80% el CO2 en 2050

La Administración Obama parece no querer que nadie empañe el trabajo realizado y el liderazgo que Estados Unidos ha mantenido en la lucha climática en los últimos años. Por eso han presentado ante la Convención de la ONU de Cambio Climático su hoja de ruta a 2050 para cumplir con su compromiso a esa fecha de reducir un 80% sus emisiones de gases de efecto invernadero. La presentación de estas sendas de descarbonización a 2050 quedó recogida en el Acuerdo de París, invitando a los países a presentarlas lo antes posible.



El primero en hacerlo fue Alemania, el pasado lunes, con un objetivo de reducción de entre el 80-95% para mitad de siglo sobre el nivel de emisiones de 1990. Y el segundo ha sido Estados Unidos, que para 2020 tiene un compromiso de reducción de emisiones del 17%, que aumentará a un 26-28% en 2030, y que en 2050 espera alcanzar el 80%, en todos los casos con respecto a sus emisiones en 2005. Es evidente que cuando el presidente electo Donald Trump coja las riendas del país podrá hacer con este documento lo que quiera, pero la Administración Obama no ha querido dejar de presentar un plan en el que llevan tiempo trabajando y que les lleva a cumplir con lo que acordaron en la Cumbre del año pasado en París.

Se espera que este jueves otros países presenten también sus sendas de descarbonización, como México, Cánadá, Perú y Chile, entre otros. La Unión Europea, por su parte, no presentará por ahora este plan de descarbonización a 2050. Según explicó a ABC el comisario europeo de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, la UE ya tiene una hoja de ruta a 2050, aunque está realizada con el objetivo de no aumentar 2ºC y habría que actualizarlas a los 1,5ºC, algo que no harán al menos hasta 2018, hasta contar con estudios de impacto económico y social y con las guías que ese año publicará el Panel de Expertos de Cambio Climático (IPCC).

El Panel de Expertos del Cambio Climático (IPCC) dejó claro en su quinto y último informe de Evaluación que solo una reducción drástica de las emisiones nos permitirá contener el aumento de temperatura en 2 grados centígrados sobre el nivel preindustrial para final de siglo, que es el nivel considerado “seguro” por los científicos. Y que para ello hay que reducir un 40-70% el CO2 en 2050. Una visión a largo plazo que es vital para llegar a emisiones netas igual a cero en 2100, pero que hasta la Cumbre de París el año pasado había ido entrando y saliendo de los documentos de negociación internacional de lucha contra el cambio climático, centrados en el objetivo principal a 2030.

John Kerry, rotundo

Mientras tanto, el verdadero protagonista este miércoles en la Cumbre del Clima de Marrakech fue el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien realizó una intervención de lo más aplaudida. Tras pasar revista a los perniciosos y graves efectos que el calentamiento global va a tener en el planeta, Kerry afirmó que los compromisos climáticos alcanzados por su país «no pueden ni van a ser revocados».

En este sentido, dijo que «una abrumadora mayoría» de los estadounidenses sabe que el cambio climático está ocurriendo y quieren que Estados Unidos cumpla con los compromisos derivados del Acuerdo de París. «Nadie tiene derecho a tomar decisiones (sobre políticas climáticas) basadas solamente en ideologías», en una clara alusión a Trump, cuyo nombre no pronunció ni una sola vez durante su intervención.

Poco antes de su intervención, más de 360 empresas, la mayor parte norteamericanas, publicaron una carta en la que piden al presidente electo, Donald Trump, que respete el Acuerdo de París.

“California no va a dar ni un paso atrás en la lucha contra el cambio climático”

Es el lugar al que los negociadores internacionales reunidos en Marrakech miran cuando piensan en el daño que puede hacer Donald Trump si cumple con su amenaza de sacar a la principal potencia del mundo del Acuerdo de París y de la lucha global contra el cambio climático. California es la esperanza. Y una delegación de representantes políticos de este Estado ha participado este jueves en la Cumbre del Clima de Marrakech.

"No vamos a dar ni un paso atrás en la lucha contra el cambio climático", ha resumido a EL PAÍS el senador demócrata Kevin de León, que en su carrera política se ha caracterizado por abanderar la lucha contra el calentamiento. "Trump no puede frenar nuestras políticas", dice el senador, que ya ha encargado un estudio jurídico que apunta hacia esa dirección. California tiene aprobada una ley por la que, en 2030, la mitad de la energía eléctrica deberá proceder de fuentes renovables. "Creo que incluso en 2025 ya estaremos en ese 50%", vaticina de León.

"Al mismo tiempo que hemos reducido las emisiones ha crecido nuestra economía", ha apuntado por su parte Matt Rodríguez, secretario de Medio Ambiente de California. "Continuaremos trabajando con el resto del mundo", ha añadido. "Hemos reducido emisiones y crecido, somos ya la quinta potencia económica del mundo", apuntala de León.

Incertidumbre

"Es difícil de predecir qué hará", dice este senador sobre Trump y la lucha contra el cambio climático. "Pero está colocando en puestos importantes a personas que no creen en la ciencia y el cambio climático", añade respecto al equipo del presidente electo. "Eso me preocupa mucho".

Pero, rápidamente, añade: "California sigue en la lucha. Ya somos un ejemplo para el mundo". Se refiere a las políticas sobre energías limpias y eficiencia, pero también a la electrificación del sector del transporte, que este Estado lidera internacionalmente. "Hemos reducido nuestras emisiones de gases de efecto invernadero un 28% en diez años", sostiene.

"El futuro son las energía limpias", afirma de León. "Y no vamos a dar ni un paso atrás", reitera desde Marrakech, donde California es la esperanza de aquellos que temen el daño que Trump puede acabar haciendo a la guerra internacional contra el calentamiento global.

Tejerina: España ratificará "pronto" el Acuerdo de París

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado que España será "de los que pronto" ratificará el Acuerdo de París contra el cambio climático, del que espera y confía que Estados Unidos, que junto con China fue uno de los primeros en ratificar, "no se baje" del "proyecto universal", tras las promesas del presidente electo, Donald Trump, que considera el cambio climático "un cuento chino".

Tejerina, que se encuentra en la XXII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático que se celebra en Marrakech (Marruecos) ha señalado en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press que España acude a la Cumbre bajo el paraguas de la UE y ha recordado que votó a favor de la ratificación a nivel comunitario al margen de sus Estados miembro. "Estamos (en la COP22) como observadores y representados con plena capacidad de decisión por la UE", ha manifestado.

En toco caso, ha indicado que España no es el único que no ha ratificado aún el acuerdo, pero ha garantizado que será "de los que pronto lo hará" ya que así se ha solicitado a las Cortes en el primer Consejo de Ministros ordinario, celebrado el pasado viernes. Además, ha dicho que se ha autorizado que el proceso de ratificación se celebre con carácter de urgencia.

Respecto a la importancia de la Cumbre de Marrakech ha indicado que, una vez que el Acuerdo de París ha tenido ratificaciones suficientes de modo que ya ha entrado en vigor --dos años antes de lo previsto--, ahora en Marruecos hay que fijar las normas algo que en su opinión es "igualmente importante" al propio acuerdo puesto que sin una regla de funcionamiento "nunca" se alcanzarán los objetivos fijados.

A nivel nacional, ha dicho que una vez termine la Cumbre de Marrakech, en la que "toca ahora" centrarse, a partir de la semana que viene comenzará a hablar "con todos los grupos parlamentarios" para elaborar con "consenso" la anunciada Ley de Cambio climático.

LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO

"Hay consenso en tener una ley que nos facilite cumplir los compromisos internacionales, pero queremos hablar y pactar con todo el mundo antes de empezar a redactar esta ley", ha manifestado.

Tejerina ha adelantado que ya ha un esquema de lo que ley debe ser pero tendrá "implicaciones" en todos los sectores, ya que "todo el mundo" tiene que hacer una aportación y "todos" tienen que reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Además, estima que la ley debe de ser "realista, posibilista y efectiva" y que eso es lo que persigue el Gobierno, que la ley facilite el cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos en el Acuerdo del Clima.

VOTO DE CONFIANZA A TRUMP

Preguntada por las anunciadas intenciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de salirse de la Convención Marco de Cambio Climático y del Acuerdo de París, la ministra ha deseado que Estados Unidos siga "en este proyecto universal". "Estoy segura de que Estados Unidos no se bajará de este movimiento universal. Quiero pensar que no", ha confiado.

Precisamente, ha destacado que la pronta ratificación de Estados Unidos y China permitió que el acuerdo haya entrado en vigor dos años antes de lo esperado.

En ese sentido, ha insistido en la importancia de que los Gobiernos impulsen medidas pero también ha elogiado a la sociedad, empresas y otras administraciones que se están movilizando en favor del cambio climático.

"París ya está en marcha y esto es un mensaje muy importante. El cambio climático es una cosa de todos y todos tienen que estar comprometidos, todos los ciudadanos de manera individual podemos tener gestos para luchar contra el cambio climático", ha concluido.

Aumentan las presiones para que los países se descarbonicen

Estos días en Marrakech se están fijando los mecanismos para conseguir la meta del Acuerdo de París: reducir las emisiones de CO2 y no superar los 2 ºC de aumento de la temperatura en 2100. Alemania, seguido de EE UU y México han sido los primeros países en presentar estrategias de descarbonización para 2050. Hoy lo harán Canadá, Perú y Suiza, entre otros. España se ampara en el contexto europeo, pero con la futura ley de Cambio Climático –anunciada en diciembre de 2015 por Mariano Rajoy– pretende llegar a objetivos más ambiciosos.

La Cumbre del Clima (COP22) que se está celebrando en Marrakech no es una COP de decisiones, pero sí de acciones, todas encaminadas a poner en marcha los objetivos marcados en el Acuerdo de París. Todos los actores desde gobiernos, sector privado, científicos hasta sociedad civil están buscando soluciones paralelas para lograr la total descarbonización. Pero la transición debe ser rápida, el tiempo apremia: la temperatura ya está 1,2 ºC por encima de los niveles preindustriales.

En el acuerdo se especificaba que los países deben presentar las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs) en cuanto a la reducción de emisiones. Hasta ahora 101 partes –de 197– han presentado sus primeras contribuciones. En el documento también se proponía a los países presentar sus estrategias de descarbonización más allá de 2025 y 2030. Alemania ha sido el primer país en hacerlo con un ambicioso plan: para 2050 disminuirán un 80% las emisiones respecto a las de 1990.

“No se trata de cambios puntuales sino de una transformación muy profunda, y solo es posible si se acompaña de propuestas serias y creíbles”, explica Teresa Ribera, directora del Instituto del Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), en relación con la elaboración y aprobación por parte del Gobierno alemán de esta hoja de ruta.

Ayer, tras la visita a la COP22 de John Kerry, secretario de Estado de EE UU, el país norteamericano presentó un extenso documento en el que anunciaba su estrategia para mitad de siglo para luchar contra el cambio climático: reducirá el 80% de las emisiones de CO2 respecto a 2005. México es el tercer país que ha presentado su hoja de ruta y hoy en la COP22 lo harán Canadá, Francia, Perú, Chile y Costa Rica, entre otros.

En el caso de España, su estrategia forma parte del paquete europeo, cuyas metas hasta el momento son reducir un 40% de emisiones para 2030, dentro de los cuales nuestro país tiene como objetivo reducir el 26%. “Lo que va a ocurrir en 2020 está claro, en 2030 quedan las cosas por definir y ya llegaremos a 2050”, ha declarado a los periodistas hoy en la cumbre Álvaro Nadal, ministro de Industria, Turismo y Agenda Digital, tras firmar con Marruecos y otros países europeos un principio de acuerdo sobre energías renovables.

Pero “la única estrategia de crecimiento real es la de baja en carbono”, resalta Ribera. Estas estrategias representan el manual de instrucciones para alcanzar la una economía con cero emisiones netas. Hasta ahora los países sabían dónde querían estar, pero ahora se explica “cómo se va a llegar”, detalla la experta en cambio climático.

El arduo camino de España

Será en la nueva ley de Cambio Climático que anunció el pasado mes de diciembre en París el presidente del Gobierno Mariano Rajoy –y que ha vuelto a mencionar en una rueda de prensa en su visita a Marruecos esta semana– donde España incluya todas las obligaciones a nivel nacional dentro del contexto europeo.

La futura ley necesitará de la implicación de los demás partidos políticos y constituirá un marco jurídico y regulador para cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. “Mi país está ya en la senda de cumplir los objetivos en 2020, y trabajamos para cumplir con los de 2030, mucho más ambiciosos”, dijo ayer en el plenario de la COP22 Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Según la ministra, la futura ley recogerá todos los compromisos e instrumentos necesarios para que “la economía española pase a ser una economía baja en carbono, crezca y cree empleo”. Sin embargo, para ello muchos sectores se van a tener que reconvertir y “ha habido inactividad por parte del gobierno”, dice a Sinc Francis Cabezos, de CCOO, haciendo referencia a un informe del Instituto Istas sobre la situación de la cuenca minera de Andorra (Teruel).

En plena revolución energética, el sector del carbono en la minería tiene una fecha final: 2018. “Ese año se acaban los subsidios europeos y España no tiene una estrategia real para una reconversión energética”, subraya Cabezos. El informe de Greenpeace Más allá del carbón, presentado hoy en Marrakech, propone alternativas sostenibles para el futuro de las cuencas mineras y demanda la urgencia de actuación.

Para el eurodiputado de Equo Florent Marcellesi, el compromiso político y social a favor de esta transición es más necesario que nunca para crear empleo de calidad y respetar el clima. "Es fundamental orientar la economía de las cuencas mineras hacia los sectores verdes, empezando por las energías renovables, la agricultura ecológica y la rehabilitación de edificios", señala a Sinc Marcellesi.

Otros países, como Alemania y Reino Unido ya ha anunciado los cierres de su centrales térmicas de carbón para antes de 2025. Pero según el ministro Nadal, España “no tiene una obligación de cierre”. Y ha concretado: “Lo que va a ocurrir es una menor utilización del carbón, pero eso lo va a fijar el mercado, por el precio. Va a ser un tipo de producción más costosa por los propios derechos de CO2”.

"Necesitamos una linea política clara que marque el fin de la térmica de carbón para 2025 porque somos el país que más hemos aumentado el consumo de carbón, principal causante de las emisiones de CO2", dice a Sinc Tatiana Nuño, de Greenpeace. Según ella, las empresas y las regiones tienen que tener una planificación de empleo y una linea definida para que las financiaciones vayan de los problema a las soluciones.

Disminuye la acción climática española

Además de la puesta en marcha de la ley, España se enfrenta a un aumento de emisiones de CO2 que crecieron en torno al 3,5% en 2015. Según un el Índice de Acción Climática 2017 publicado hoy y coordinado por GermanWatch y la coalición europea Climate Action Network (CAN), España baja una posición por su falta de acción durante este año. Ahora ocupa el puesto 33 de los 58 países analizados y que aglutinan más del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La apuesta por las energías renovables –que en la actualidad representan cerca del 18% en España– podrían elevar esa posición. Pero “el objetivo nacional de renovables todavía no lo tenemos establecido, ni tampoco tenemos claro cómo va a funcionar el mercado ETS de derechos de emisión. Está en marcha, pero todavía no lo tenemos”, ha señalado Nadal. Estas emisiones han aumentado un 10% en 2015 respecto a 2014.

“Tampoco tenemos una aprobación por parte del congreso y el parlamento del repartos de los sectores difusos (emisiones procedentes de transporte, residencias, gestión de residuos, agriculturas, industria, etc.)”, ha añadido. Estas cuestiones se dilucidarán en la primavera de 2017. Las emisiones difusas –que representan el 60% del total– han disminuido cerca del 0,5% de 2014 a 2015.

La nueva ley, que será liderada por el ministerio de Agricultura y contará con la participación de otros ministerios y de todos los sectores, aún puede cambiar la situación y permitir reducciones mayores de gases de efecto invernadero. “No sé cómo pero puedo afirmar que vamos a cumplir”, ha indicado Tejerina a la prensa.

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