En su campaña electoral ya adelantó ideas como la de que "el calentamiento global es un invento de los chinos para hundir nuestra economía", o sugerencias como la de suprimir la financiación militar a sus socios de la OTAN o a Corea del Sur (duda que este martes ha aplacado asegurando a Seúl protección frente a sus nucleares vecinos del norte).
Saliendo al paso de estas incertidumbres, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha instado al presidente electo a aclarar sus intenciones. Primero, el pilar económico, base de estabilidad: "Quisiéramos saber qué va a pasar con la política comercial global", ha inquirido Juncker en relación al gobierno Trump.
"También queremos conocer qué pretende respecto a la Alianza Atlántica. Exigimos saber qué políticas respecto al control de emisiones y cambio climático tiene intención de poner en práctica", ha insistido Juncker. "Tenemos que aclarar esto en los próximos meses", ha añadido.
Respecto al Tratado de Comercio que actualmente negocian Estados Unidos y la Unión Europea, el presidente de la Comisión cree que el acuerdo definitivo podría retrasarse hasta dos años como mínimo.
La COP22 pide a Trump continuar con la lucha
La Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP22) en Marrakech, en Marruecos, recordó al virtual presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que la lucha contra este fenómeno es una responsabilidad compartida.
El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos y presidente de la cita, que del 7 a 18 de noviembre reúne a casi 200 delegaciones del mundo, Salaheddine Mezouar, felicitó a Trump por su triunfo y señaló que se debe seguir con los progresos logrados con el Acuerdo de París.
El tratado que entró en vigor el pasado 4 de noviembre cuenta con el apoyo del gobierno saliente de Barack Obama, pero durante su campaña electoral Trump cuestionó el rol que le corresponde a su país en esta lucha global, por lo que planteó cancelar ese respaldo.
En su declaración oficial, el ministro marroquí apuntó que hay confianza en que "todas las partes respetarán sus compromisos y mantendrán el rumbo en este esfuerzo colectivo".
Por su parte, las organizaciones no gubernamentales que participan como observadoras en la COP22 afirmaron que no se puede mantener una actitud negacionista del cambio climático, toda vez que la evidencia científica y los efectos negativos del fenómeno lo contradicen.
"El presidente electo Trump debe reconocer el imperativo moral, económico y social de dirigir y actuar en relación con el cambio climático, y llevar adelante los compromisos contraídos por los Estados Unidos bajo el Acuerdo de París", precisaron varias ONG.
La titular de Cooperación Climática Internacional de WWF, Mariana Panuccio-Feldman, refirió que si Obama "movió montañas" para que su país fuera parte del Acuerdo de París, ahora Trump tiene que "llevar adelante ese legado".
"El liderazgo estadunidense es necesario para convertir el consenso internacional del Acuerdo de París en una acción global concreta, y comienza trazando nuestro propio camino hacia un futuro con bajas emisiones de carbono", apuntó.
La directora de Políticas de la Red de Acción por el Clima en Estados Unidos, Tina Johnson, declaró que Trump tiene la oportunidad de mandar una señal clara a los inversionistas en sector energías limpias sobre la continuidad de sus proyectos.
La representante del Centro para la Diversidad Biológica, Maya Golden-Krasner, sostuvo que la administración estadunidense "tiene obligaciones morales y legales que cumplir".
El director ejecutivo del movimiento 350.org, Mayo Boeve, aseguró que la elección de Trump "no puede ser el fin del proceso climático internacional".
Pidió que si el nuevo gobierno intenta frenar su cooperación en materia climática, la comunidad internacional se apoye en "sociedad civil, empresas y gobiernos locales que sí están comprometidos con esta acción global".
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