Categories: Noticias Ambientales
      Date: oct 27, 2016
     Title: El puerto de Barcelona reclama una reforma legal para combatir la contaminación que genera

La instalación pedirá modificar la ley para ampliar la bonificación a barcos 'limpios' del 5% al 40%. Los muelles son responsables del 7,6% del total de óxido de nitrógeno que flota sobre la ciudad.



El puerto de Barcelona genera cada día 15,2 toneladas de óxido de nitrógeno (NOx) y la mayoría, el 96%, salen de los barcos. La nube tóxica que se genera en los muelles supone el 7,6% de la contaminación que flota sobre la capital catalana, donde el tráfico, con el 59,9% de contribución, sigue siendo el principal enemigo de la calidad del aire. Así la cosas, la dirección del puerto acaba de aprobar un ambicioso plan para tratar de revertir la situación. Muy buena voluntad, pero escaso margen de maniobra. Por dos razones: el Gobierno es quien debe modificar la ley de puertos para ampliar la bonificación a los navíos menos sucios, y la industria marítima apuesta al ralentí por el gas natural licuado. Dejando esto de lado, la capacidad de maniobra es muy relativa.

Los barcos, según ha aportado el presidente del puerto, Sixte Cambra, tienen una vida útil de entre 25 y 35 años. La longevidad de la flota dificulta el tránsito hacia combustibles menos contaminantes, aunque según ha informado, ya hay 85 en construcción que estarán impulsados por gas licuado, y no por el criminal diésel. Este combustible reduce en un 80% las emisiones de NOx y en un 100% las de partículas sólidas en suspensión y de óxidos de azufre (el 1,5% de las que fluyen por el cielo barcelonés se generan aquí). A día de hoy, solo lo usan los mercantes que cargan el propio gas. Ninguno más, según ha concretado el director general del puerto, José Alberto Carbonell. De algún modo, es como si un ayuntamiento quiseria promover la movilidad eléctrica sin que apenas hubieran modelos con batería en el mercado.

APOYO POLÍTICO

Al margen de las características técnicas de los navíos, la infraestructura tiene previsto impulsar un cambio legislativo que permita bonificar las tasas que se aplican a los barcos que llegan a los muelles. La ley española solo permite una rebaja del 5%, y al puerto le gustaría poder reducir el precio hasta un 40%, como ya hacen otras ciudades europeas, como Amberes, Hamburgo o Roterdam. "Ahora que parece que habrá gobierno en España, intentaremos, buscaremos el apoyo de grupos políticos para impulsar la reforma. No creo que ningún puerto no esté de acuerdo con la propuesta", ha defendido Cambra. "El 5% es claramente insuficiente", ha añadido Carbonell.

Donde sí puede actuar el puerto es en la infraestructura propia. Como por ejemplo los 100 vehículos que trabajan en la zona y que en el 2020 se espera que sean eléctricos en su totalidad. La circulación de vehículos, sin embargo, solo genera el 2% del óxido de nitrógeno que el complejo escupe a la urbe. También esta prevista la instalación de un brazo de carga de gas natural para barcos pequeños y la adaptación de una gabarra para que pueda dispensar gas licuado a los grandes navíos. Para ambos proyectos, ya en marcha, el puerto cuenta con financiación de la Unión Europea.

ENCHUFES DESCARTADOS

Según cifras del propio puerto, los barcos más contaminantes son los de cargo (33% del total de toneladas de NOx), seguidos de los portacontenedores (28%) y los cruceros y ferris, con un 12% cada uno. De este modo, la instalación solo puede actuar directamente sobre el 7% del dióxido de nitrógeno generado, lo que generan los barcos y la maquinaria auxiliar y los vehículos (coches y camiones). La ampliación de la red ferroviaria del puerto ha ayudado a reducir el impacto ambiental de los camiones. La cuota de transporte por tren ha ido ganando peso de pescado respecto al de carretera, pasando del 1,7% en el 2008 al 6,1% en el 2011.

Cambra ha evitado mojarse cuando se le ha preguntado qué horizonte se marca el puerto en cuanto a la reducción de NOx. Es decir, a qué porcentaje se aspira teniendo en cuenta que las toneladas generadas aquí suponen el 7,6% de la concentración media anual. "La idea es reducir al máximo la contribución, pero no podemos aventurar una cifra".

Electrificar, demasiado caro

Jordi Vila, responsable de Medio Ambiente del puerto, ha explicado que electrificar el puerto, esto es, permitir que los buques se enchufen a la red para que puedan apagar los motores que hoy mantienen encendidos las 24 horas del día, "está descartado". El problema: que la red está "muy saturada" y la instalación, para que funcione, "requiere de una inversión muy alta". El presidente del puerto, Sixte Cambra, ha recordado que esta propuesta no solucionaría todo el combustible que queman los buques en las maniobras de entrada y salida de los muelles.

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