Categories: Noticias Ambientales
      Date: jun 15, 2005
     Title: Las cuencas ambientales Europeas, en números rojos
WWF/Adena publica un informe en el que se desvela que los 25 miembros de la UE han acumulado un déficit ambiental del 220% de su capacidad biológica.

Déficit Ecológico Europeo

15/06/2005

Esto significa que los europeos expolian los recursos del resto del mundo para ocultar su creciente déficit ecológico.

Tony Long, Director de la Oficina de Política Europea de WWF/Adena, declaró: “El crecimiento económico que se basa en el agotamiento de los recursos naturales y la degradación del medio ambiente simplemente traslada el problema a otras partes del mundo. Reducir la presión europea sobre la naturaleza resulta esencial para la prosperidad de Europa y su credibilidad como líder internacional en desarrollo sostenible”.

Los niveles de consumo europeos sólo pueden mantenerse importando recursos naturales, como madera, metales o pescado de otros países. Pero, a diferencia de las empresas responsables que contabilizan de forma cuidadosa sus gastos y sus ingresos, Europa no ha llevado a cabo el seguimiento de sus gastos ecológico.

El informe de WWF/Adena mide la Huella Ecológica de la UE, que compara el uso que la población hace de los recursos naturales con la capacidad que la naturaleza tiene para regenerarse a sí misma. Con el 7 por ciento de la población mundial, la UE usa el 17 por ciento de los recursos planetarios disponibles. Su Huella Ecológica es 2.2 veces más grande que la capacidad biológica de su propio territorio y ha crecido casi un 70 por ciento desde 1961.

La Huella Ecológica de los países de la UE está por encima de la media mundial sostenible. Los Estados que tienen una mayor demanda por persona son Suecia, Finlandia, Estonia, Dinamarca, Irlanda y Francia, consumiendo entre tres y cuatro veces más que la cantidad media de recursos disponibles por habitante en todo el planeta. Hungría, Eslovaquia y Polonia tienen la Huella más baja; no obstante, siguen utilizando dos veces más de la cantidad media de recursos que existen para persona.

WWF/Adena sostiene que, si la UE quiere ser competitiva a corto y largo plazo, ahora es el momento de construir una “economía inteligente”, que desacople el crecimiento económico del consumo. Esto podría lograrse concediendo una mayor prioridad a las inversiones en los ecosistemas, supeditando los fondos de subvenciones a la protección de la naturaleza y el desarrollando sistemas de certificación que aseguren la sostenibilidad en la fabricación de los producto y en el uso de los recursos.

Dado que el gasto de energía da lugar la mayor parte de la Huella Ecológica de la UE, el cambio de una economía basada en el combustible fósil a la sustentada por las energías renovables constituiría un factor clave para reducir el déficit ambiental de la UE. Otras medidas que podrían tomarse serían la eliminación de determinados subsidios perjudiciales, de consecuencias económicas, sociales y ambientales adversas, así como el diseño de políticas de cooperación y desarrollo coherentes con otras políticas, especialmente la ambiental.

Tony Long añadió: “Cuanto más tiempo ignoren los dirigentes europeos el crecimiento del déficit ambiental, la inversión requerida para corregirlo será más cara y mayor el riesgo de que los ecosistemas clave se degraden más allá del punto de no retorno para una fácil recuperación”.

 

Fuente: WWF/Adena