Categories: Noticias Ambientales
      Date: jun 12, 2005
     Title: Presiones a Bush para que ratifique Kioto
Dirigentes de grandes empresas se suman a la presión a Bush para que ratifique el protocolo de Kioto y piden a los países industrializados una estrategia global sobre emisiones.

Presiones a Bush por Kioto

12/06/2005

Mientras George W. Bush sigue haciéndose el remolón a la hora de tomar medidas contra el calentamiento global, aumentan las presiones para que ratifique el protocolo de Kioto, para que la economía desarrollada tenga unas normas ambientales únicas. Ayer los dirigentes de veinticuatro grandes empresas de todo el mundo hicieron un llamamiento a las naciones industralizadas para que adopten con urgencia una estrategia global sobre el cambio climático.

Los ejecutivos de compañías tan influyentes -y que están obligadas a reducir sus emisiones de gases que calientan la atmósfera- como British Airways, Ford, Volkswagen, Toyota, Petrobras y Río Tinto, entre otras, se entrevistaron con el primer ministro británico, Tony Blair, y solicitaron un mecanismo conjunto para la compraventa de emisiones de dióxido de carbono que les permita tomar decisiones a largo plazo sabiendo a qué atenerse, en contraposición a la actual incertidumbre.

La demanda de los empresarios coincidió con la inauguración en Londres de una reunión de ministros de finanzas del G-8 (los siete países más industrializados de Occidente más Rusia), en cuya agenda figura con carácter destacado la cuestión medioambiental.

Blair no consiguió arrancar concesión significativa alguna a Bush durante su visita de principios de semana a Estados Unidos. En vista de la cerrazón del presidente norteamericano, a quien en Downing Street consideran completamente sometido a los intereses del lobby energético de Texas, la estrategia de Blair es conectar directamente con empresarios del otro lado del Atlántico, alcaldes de grandes ciudades, senadores y gobernadores como el republicano de California, Arnold Schwarzenegger, que aparece dispuesto a tomar medidas en su estado.

Aunque Estados Unidos es con diferencia el país más contaminante del planeta, y sus emisiones de dióxido de carbono han aumentado un 15% desde 1990, la posición oficial de Bush -elegido dos veces con el apoyo y el dinero de las industrias petroleras, automovilísticas, farmacéuticas y armamentistas- es que "no está demostrado" que las actividades humanas contribuyan al calentamiento de la atmósfera, y que los científicos se hallan divididos al respecto.

En contra de esa interpretación interesada y sui generis, las Academias de Ciencias de los países miembros del G-8 -al igual que otras naciones industrializadas- han pedido a los líderes políticos que "tomen medidas urgentes para combatir el cambio climático". Los científicos señalaron el martes que la ausencia de certitud científica sobre ciertos aspectos del cambio climático no debe retrasar una actuación inmediata.

Steve Lennon, presidente de la comisión de Medio Ambiente y Energía de la Cámara Internacional de Comercio (que representa a cientos de miles de empresas establecidas en 130 países), calificó ayer de "urgente e inevitable" la adopción de un sistema mundial uniforme de compraventa de emisiones de CO. 2El Reino Unido, que albergará en julio la cumbre del G-8 y ha convertido el tema en prioritario -Blair prevé arrancar de la cumbre un plan de acción-, produce un 2,2% de esos gases, y las cien mayores compañías de la Bolsa de Londres son responsables del 1,6% de las emisiones.

"Las empresas buscan sobre todo seguridad, y las restricciones medioambientales suponen un gran desafío para los inversores, en especial cuando se trata de negocios con un ciclo operativo muy largo o la construcción de una planta de energía o una fábrica contaminante -declaró Rick Samans, director del Foro Económico Mundial y organizador de la reunión de los ejecutivos con Blair-. Lo fundamental es que haya claridad, saber cuáles son las reglas del juego a fin de determinar los factores de riesgo y rentabilidad".

 

Fuente: La Vanguardia Digital